Lunes 3 de mayo de 2010, p. 22
Los atentados contra comunicadores son preocupantes no sólo porque se trata de agravios a la integridad y vida de personas, sino porque la libertad de expresión es un bien social indispensable en la democracia, señaló la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH).
En un comunicado, la CNDH indicó que los ataques contra periodistas en México han hecho negros los años recientes para ellos, por lo que no se debe permitir que trabajen bajo la amenaza de la violencia y las balas
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En la víspera del Día Internacional de la Libertad de Prensa llamó a la sociedad a mantener una actitud de rechazo a la violencia y de exigencia para evitar que el periodismo se convierta en el oficio más peligroso.
Los comunicadores, abundó la CNDH, deben contar con todas las garantías para ejercer su profesión sin amenazas ni agresiones, pues la libertad de expresión está en riesgo cuando existen espacios y acciones que atentan contra la actividad de los informadores.
La comisión añadió que el Estado mexicano tiene la obligación de investigar de manera exhaustiva el origen de los agravios, con el propósito de que la autoridad judicial imponga a los responsables las sanciones que las leyes establecen.
La CNDH recordó que la violación a la libertad de expresión, las amenazas, la intimidación, el ejercicio indebido de la función pública, las persecuciones, los atetados, la privación de la vida y la desaparición forzada de personas son los principales hechos denunciados.
Expuso que de 1999 a la fecha se han radicado en la CNDH 594 expedientes de queja por agravios a periodistas.