Con la participación de representantes de más de 40 países, arrancó ayer el foro social mundial temático Desde los pueblos, otras salidas a la crisis global son posibles, uno de cuyos ejes de trabajo estuvieron caracterizado por un cúmulo de denuncias acerca del deterioro social y político en México.

Tanto en los discursos inaugurales como en las mesas de trabajo se habló de criminalización de la protesta social, del ataque a defensores de derechos humanos, de la ofensiva contra la clase trabajadora y la militarización del país con el pretexto del combate al narcotráfico.

Las condenas fueron expresadas, entre otros, por la senadora Rosario Ibarra de Piedra; el secretario general del Sindicato Mexicano de Electricistas (SME), Martín Esparza; representantes de San Salvador Atenco, y Fernando Urbano, del Centro de Apoyo Comunitario Trabajando Unidos, al cual perteneció Beatriz Alberta Cariño, activista asesinada en el ataque a la caravana internacional que se dirigía al municipio autónomo de San Juan Copala, Oaxaca, el martes pasado, y a quien el foro social mundial rindió un homenaje póstumo.

Ibarra de Piedra convocó a realizar un gran frente de todos los pobres, de todos los trabajadores, para acabar con las injusticias y las infamias de los poderosos. Los de arriba, dijo, son los que tienen la culpa de todo lo que pasa en el mundo. Pero me extraña que siendo tantos en el mundo, los que estamos aquí, los que están en las calles, en todos lados, siempre, siempre nos han tenido que ir ganando los de arriba, los del poder, aunque sean unos mentecatos inútiles, borrachos, lo que sean.

Señaló que en México continúa la desaparición forzada, aunque ahora se le conozca como levantón. Tengo policías desaparecidos, militares desaparecidos, hay de todo, mencionó, y tienen ahora el pretexto de culpar al narcotráfico y decir que los desaparecen.

Martín Esparza, al dar la bienvenida al foro temático, afirmó que los participantes de otros partes del planeta conocerán, durante tres días de trabajo, al México real, ese que –definió– sufre una caída de remesas, del turismo, la obsesión oficial de arrebatar el empleo a los trabajadores, sacrificar al pueblo con la aplicación de más impuestos, aumento en el costo de los servicios y millones de mexicanos en pobreza.

Pero aquí estamos los buenos para hacer algo por el bien del mundo y del país, dijo, resaltando la lucha de los electricistas que se encuentran en huelga de hambre en defensa de su fuente de empleo. En entrevista, mencionó que esta es la acción central del SME. Aquí ya todos están dispuestos a ofrendar su vida. Es una decisión personal, no queremos permitir que pase esta atrocidad.

–¿Están conscientes de que quizá el gobierno sea inamovible en su posición? –se le preguntó.

–Pues sí, pero es mejor morir que vivir en un país en el que todos los días se violan los derechos individuales y colectivos de los trabajadores, donde todos los días a los defensores de los derechos humanos los asesinan, donde todos los días te despojan de lo que tienes. ¡Eso sólo pasa en un país fascista! –respondió Esparza.

Chico Whitaker, de Brasil, mencionó que la lucha no es de los partidos políticos, sino de la sociedad organizada. El encuentro, afirmó, es para discutir alternativas de resistencia a la fuerza del capital. La lucha es larga, muy larga. Debemos tener mucha fuerza, porque seguramente vamos a cambiar todo.

En su participación en la mesa de economía solidaria, el sacerdote Miguel Concha Malo defendió que el ingreso ciudadano universal es viable, cuando se vive una economía de marginación, de exclusión y muerte, porque es una economía de saqueo de los trabajadores, de la riqueza que produce la sociedad, de nuestra propia riqueza personal.

Mientras, el abogado de los detenidos de San Salvador Atenco, Leonel Rivero, acompañado por representantes del Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra, y del actor Daniel Giménez Cacho, informó –en otra mesa– que reforzarán el plan de acción para la liberación de sus 12 presos.