La empresa mexicana prevé crecer 5% en 2010
Lunes 3 de mayo de 2010, p. 33
Sobreviviente de las crisis económicas recurrentes en México, una intervención gubernamental y el embate de los productos chinos a partir de la apertura de las fronteras en 1989, la empresa mexicana Porcelana Anfora cumplió este sábado 90 años de existencia.
La compañía, fue fundada el primero de mayo de 1920 (durante la presidencia de Venustiano Carranza), por inmigrantes alemanes que iniciaron operaciones con un molino y un horno de leña.
Actualmente Anfora (completamente mexicana desde 1947) factura más de 200 millones de pesos al año, emplea 670 trabajadores y controla 40 por ciento del mercado mexicano de porcelana para hoteles y restaurantes y 10 por ciento del de vajillas para el hogar.
Hemos tenido éxito apostando a la calidad
, señaló en entrevista Alejandro Muñoz Botello, director comercial de la compañía.
Muñoz refiere que las primeras instalaciones de la empresa estaban ubicadas justo detrás del Palacio de Lecumberri, que entonces funcionaba como penitenciaría.
Anfora pasó 10 años mejorando la calidad de sus productos y procesos administrativos. A la fecha es la única empresa de América Latina que produce su propia pasta cerámica
, señaló Muñoz.
Con la compra de su primer horno de túnel, Anfora se convirtió en la década de los 30 en el proveedor obligado de los hogares, restaurantes y hoteles mexicanos.
En 1942, durante la segunda Guerra Mundial, México declaró la guerra a Alemania y la compañía fue intervenida por ser considerada empresa germana.
Eso provocó un deterioro económico considerable por los malos manejos de los interventores gubernamentales, entre ellos el padre del ex presidente José López Portillo
, indicó Muñoz.
Cinco años después (1947) los dueños originales vendieron la empresa a empresarios mexicanos que lograron mantener la calidad elevada.
En los siguientes 40 años Anfora acaparó 90 por ciento del mercado de porcelana vitrificada en México, principalmente con la producción de vajillas y muebles para baño.
Con la apertura de fronteras en 1989, el país se inundó de productos baratos y de mala calidad (provenientes en su mayoría de China) que en cinco años llevaron a la quiebra a todos los fabricantes de vajillas para el hogar que había en ese momento, tales como: Loza Fina de Guadalajara, Nueva San Isidro, Porcelanas de Cuernavaca y Prima Cerámica.
En 1994 Anfora adquirió las instalaciones de Prima Cerámica en la ciudad de Pachuca, Hidalgo (donde permanecen actualmente) e hizo altas inversiones en maquinaria alemana de última generación con hornos túnel y prensas isostáticas.
En 2002, luego de la firma del TLCAN, la empresa comenzó a exportar vajillas a Estados Unidos y Canadá. Entre sus clientes más importantes en ese mercado están los restaurantes Sanborns, Vips y San Angel Inn.
También es la principal fabricante de mingitorios sin agua en México y Estados Unidos para marcas como American Standard, Sloan, Urimex y Helvex.
La crisis de 2009 causó contracción de 30 por ciento en el mercado nacional que se tradujo en una pérdida de 60 millones de pesos para la empresa y provocó el despido de 36 empleados.
No obstante las finanzas de la compañía se mantuvieron estables, debido a que las pérdidas en el mercado interno se compensaron con las exportaciones. Hemos aprendido a no poner todos nuestros huevos en la misma canasta
señaló Muñoz.
Este año, Anfora prevé crecimiento de 5 por ciento, pero en 2011 el mercado nacional recuperará la mitad de lo que se perdió en 2009, adelantó el ejecutivo.