Entre viernes y sábado fuentes oficiales atribuyeron a la delincuencia organizada la muerte de al menos 42 personas en todo el país. Tan sólo en Nuevo León hubo ocho asesinatos; entre ellos, dos hombres y una mujer que fueron baleados en el municipio de Mina; los cadáveres fueron colocados en una camioneta luego embestida por un camión de carga.

En Culiacán, Sinaloa, las ejecuciones reportadas fueron siete, e incluyen a Guadalupe Jacobo Bernal, comandante de la policía municipal, a quien varios hombres llegaron a saludar y en seguida le dispararon frente a otros elementos de la corporación, en la colonia Ferrocarrilera.

Los homicidas lo interpelaron y él ordenó a sus compañeros bajar las armas porque se trataba de unos conocidos, quienes a su vez instaron a los otros policías a no intervenir, pues el problema no era con ellos, y en seguida cometieron el crimen.

Édgar Ulises Álvarez Elizondo, oficial de Protección Civil de Zapotiltic, Jalisco, e hijo de 26 años del supervisor de la policía municipal, fue ultimado el viernes en Jilotlán de los Dolores, tras estar desaparecido desde hace una semana, luego de un enfrentamiento con sicarios.

El cadáver estaba en una brecha que conduce al municipio michoacano de Tepalcatepec, junto a una treintena de casquillos de fusil AK-47 y un letrero que decía ojo por ojo. Además, en la colonia Guadalupana, de Guadalajara, otro hombre ultimado también apareció con un mensaje de sus asesinos.

En Durango, los hermanos Antonio, Leonardo y Honorio Rivera Quiñones y su acompañante José Santos Posadas iban en un vehículo por el kilómetro 82 de la carretera a Mazatlán, Sinaloa, cuando varios atacantes los acribillaron desde otro auto. Uno quedó vivo y echó a correr, pero también fue muerto a tiros.

Otros tres asesinatos tuvieron lugar en Tijuana, Baja California, donde varios hombres abrieron fuego y robaron el vehículo Ford Escape a una hermana del gobernador, José Guadalupe Osuna Millán, cuando transitaba la noche del viernes por la colonia Tomás Aquino.

Del resto de las ejecuciones una se consumó en la cabecera municipal de Jojutla, Morelos; tres en Michoacán, que incluyen a un decapitado por el grupo La Resistencia, y 14 en Chihuahua, de las cuales ocho corresponden a Ciudad Juárez y seis a otros municipios, entre ellos Camargo, donde Omar Arellano Cabral, de 23 años, fue ultimado a tiros dentro del panteón local.