Si el Senado no legisla para tipificar la pederastia en el Código Penal Federal, se convertirá en cómplice de quienes cometen este delito, y con ello caería en una forma de encubrimiento, actitud que se ha criticado a la jerarquía católica, consideró Feredico Döring, senador del PAN.

Durante el simposio Estado laico y libertad religiosa, su homólogo perredista Pablo Gómez dijo que su partido ve con buenos ojos el contenido de la minuta enviada por San Lázaro a Xicoténcatl el 23 de abril de 2009, y que aún no ha sido aprobada.

Ambos coincidieron en que los ministros de culto, en particular los católicos, deben denunciar ante las autoridades civiles estos casos, aunque no haya una demanda previa de las víctimas. Döring se pronunció por que se penalice esa omisión.

Si en la parte ética (los religiosos) tienen el mandato moral de colaborar, en la jurídica también deberían tenerlo; si encubren son cómplices del delito. Sebería haber un mecanismo para que si se presenta la denuncia y se comprueba que lo supo (el ministro de culto), se le catigue; ahora eso no es punible.

Pablo Gómez indicó que cuando se comete un delito de esta naturaleza y una persona tiene conocimiento de éste y no lo da a conocer a las autoridades, también incurre en un delito. Si un obispo lo sabe, está dilinquiendo.

Arturo Farela, presidente de la Confraternidad Nacional de Igelsias Cristianas Evangélicas, llamó a los legisladores a que no sólo tipifiquen la pederastia, sino que la pena sea cadena perpetua. Asimismo, se manifestó porque los líderes religiosos no sólo lleven a estos agresores ante los tribunales eclesiásticos, sino también ante los civiles.

Afirmó que en el caso de las iglesias cristianas evangélicas, cuando se detecta que algún ministro ha cometido delitos de esta naturaleza, se le expulsa de por vida de la Iglesia y se le entrega a la autoridades civiles. Sobre la ocurrencia de abusos contra menores en su comunidad religiosa, dijo haber tenido conocimiento sólo de dos casos. Me he enterado de dos: uno en Mexicali y otro en Tijuana, y de inmediato se procedió, pero no existe la situación que se da en la Iglesia católica.

Aparte, Felipe Arizmendi, obispo de San Cristóbal de las Casas, insisitió en que el ambiente erotizado influye en el comportamiento de toda la sociedad, incluidos los sacerdotes, e hizo hincapié en que la clase de educación sexual que se imparte a los menores es determinante para su futuro desempeño en ese ámbito.