El asalto a una casa de empeño se convirtió ayer en una escena de película. Los delincuentes tomaron en rehenes al gerente y dos empleados, a quienes amenazaron con asesinar; negociaron su huída con el procurador capitalino, escaparon en una patrulla que se les proporcionó, para finalmente ser capturados al abandonar el vehículo y pretender continuar a pie.

Los hechos ocurrieron aproximadamente a las 16 horas de ayer, cuando dos presuntos asaltantes, identificados como Francisco Arellano Torres y Rubén Hernández López, ingresaron al negocio con denominación social El Diamante, en el número 28 de la calle Luis Espinosa, colonia Solidaridad Nacional, en la delegación Gustavo A. Madero.

Gustavo Aguinaga Rueda, quien también fue detenido, se quedó en las inmediaciones del local para alertar a sus cómplices por medio de un radiotransmisor, refirieron policías capitalinos que acudieron tras la activación de una alarma.

Los presuntos maleantes habían logrado un botín de aproximadamente un millón 200 mil pesos en alhajas; sin embargo, al ver que estaban rodeados cuando salían del establecimiento, decidieron regresar y tomar en rehenes a una cajera, al gerente y a un repartidor de propaganda del negocio.

Ante tal escenario, los uniformados pidieron refuerzos y en cuestión de minutos la zona estaba rodeada por más de 100 elementos policiacos.

El titular de la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal (PGJDF), Miguel Ángel Mancera, encabezó las negociaciones enfundado en un chaleco antibalas.

En un primer momento los presuntos delincuentes amagaron a la mujer y a uno de los hombres, a quienes apuntaron a la cabeza y el tórax, respectivamente, y amenazaron con matarlos si no eran cumplidas sus demandas.

Los ladrones exigieron un vehículo y despejar la zona para poder huir. “Estaban sumamente alterados –relató Mancera, quien habló directamente con los asaltantes–. Al verse acorralados, dijeron que ya no querían nada y que los iban a matar (a los dos rehenes).”

El procurador respondió que accedería a su petición si daban muestra de respetar la vida de los rehenes.

–Te voy a liberar a uno para que veas que sí te digo la verdad, pero si hacen algún intento para herir a mi compañero, yo mato a esta persona que tengo aquí y después mato al otro, dijo uno de los hampones.

De esta manera se logró la liberación de la cajera Maribel Alcántara, explicó Mancera.

Se proporcionó a los asaltantes la patrulla 0221 de la Secretaría de Seguridad Pública del Distrito Federal, a la cual obligaron a subir a Alberto Bayardo Hernández, gerente del negocio, y Enrique Valderrama, para dirigirse al estado de México.

La patrulla fue seguida en todo momento por un helicóptero Cóndor de la SSP-DF, y luego de un margen de espera se inició la persecución en vehículos, en la que incluso participaron representantes de medios de comunicación en motocicletas y helicópteros, hasta el municipio de Tultitlán.

En el cruce de Santa Cecilia y San Marcos, de la localidad mexiquense, Arellano Torres y Hernández López abandonaron la patrulla y a los rehenes para continuar su huida a pie, pero elementos de la Agencia Estatal de Seguridad y municipales los detuvieron en Real del Bosque con el botín, además de un arma calibre .380.

Según policías, desde el inicio del conflicto no se realizó ningún disparo de arma de fuego.

Los tres detenidos quedaron a disposición de la agencia 50 del Ministerio Público, que inició la averiguación previa respectiva.