Las decisiones gubernamentales sobre la infancia se adoptan sin la información suficiente que permita conocer las condiciones de esta población, sostuvo Juan Martín Pérez, director de la Red por los derechos de la infancia. Por ejemplo, mencionó que a pesar de que se ha pedido a la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) la información sobre los niños lesionados o muertos en la guerra contra el narcotráfico, la dependencia se ha negado a proporcionarlos.

En la puesta en marcha del taller latinoamericano El modelo de incidencia política basada en datos desde el enfoque de derechos de la infancia, explicó que se ha encontrado que en esta materia la actuación de las autoridades no queda registrada, no hay documentación, y cuando existe está dispersa.

Apuntó que la ausencia de un sistema de información sobre la infancia provoca la invisibilidad de los niños en las encuestas, en las cuales los niveles de edad no están desagregados; hay dispersión, duplicidad y fallas metodológicas para dar confiabilidad a la información.

Cada quien hace las cuentas como mejor le parece, y las decisiones que se toman en torno a la infancia son sin información, se adoptan por sentido común o coyuntura. Ejemplificó que cuando un adolescente está vinculado con una infracción a la ley, se plantea que la delincuencia lo va a usar o que se debe bajar la edad penal, pero las estadísticas no dan estas cifras alarmantes, pues la población infantil en esa situación no representa más allá de 2 por ciento.

Para la Red por los derechos de la infancia la pregunta sería qué no ha hecho el gobierno mexicano para atender a los niñosFoto Luis Humberto González

Consideró en entrevista que los datos pueden ayudar a tomar decisiones mesuradas y fundamentadas, por lo cual es necesario fomentar la cultura de datos y crear un sistema de información de la infancia.

Esta falta de información sobre la situación de la infancia deja la pregunta de qué no ha hecho el gobierno mexicano para atender a estos niños.

Mencionó que la red ha desarrollado 62 indicadores para medir la situación de la infancia en los ámbitos de hábitat, demografía, salud, educación, seguridad, ciudadanía y economía, a partir de los cuales se ha obtenido información que se divulga cada año.