Ciudad del Vaticano, 26 de abril. El cardenal Tarcisio Bertone, número dos del Vaticano, se reunirá los próximos días 29 y 30 de abril con obispos que investigaron a la poderosa congregación mexicana Legión de Cristo, cuyo fundador, Marcial Maciel, abusó por décadas de seminaristas jóvenes, indicó hoy Roma.

Los cinco obispos que realizaron la pesquisa, ordenada por el papa Benedicto XVI el año pasado, se reunirán con la Secretaría de Estado para decidir el camino a seguir y, si es el caso, tomar medidas, declaró el portavoz del Vaticano, Federico Lombardi.

Se trata de la primera reunión tras la investigación a la Legión de Cristo. Los resultados del encuentro no serán divulgados, adelantó Lombardi.

Es uno de los casos más delicados para la Iglesia católica, azotada por escándalos en Europa y Estados Unidos por haber encubierto a curas pederasta durante décadas.

El caso de Maciel, quien fundó la orden en 1941, acusado de múltiples abusos sexuales y de haber tenido secretamente varios hijos, es uno de los más emblemáticos de la llamada política del silencio, aplicada durante décadas por el Vaticano e inclusive en el pontificado de Juan Pablo II.

Es un proceso complejo y los resultados de la indagatoria, realizada por cinco obispos, deben ser armonizados, aseveró el vocero.

La Iglesia católica enfrenta la presión de la opinión pública y de numerosas asociaciones, que le reclaman medidas enérgicas contra los abusos sexuales cometidos por religiosos.

El pontífice dispuso en marzo del año pasado que un equipo de prelados realizara una visita apostólica, es decir, una inspección, a la influyente congregación ultraconservadora.

Durante ocho meses cinco obispos, entre ellos el mexicano Ricardo Watti y el chileno Ricardo Ezzati, visitaron más de 120 comunidades legionarias de todo el mundo para entrevistarse con los religiosos.

Tras el informe no se descarta que Benedicto XVI designe un comisario que dirija la congregación o destituya a toda la cúpula, como solicita Jason Berry, coautor de un libro y un documental (Votos de silencio), quien indagó por años a la congregación.

Las acusaciones contra Maciel, famoso por su autoritarismo, son de hace 40 años y fueron hechas públicas en la década de los 90 del siglo pasado y encubiertas por la jerarquía eclesiástica, que veía con buenos ojos la línea ultraconservadora de su fundador y su capacidad para reclutar jóvenes para la vida religiosa.

Según la revista estadunidense National Catholic Reporter y Jason Berry, Maciel contaba con el apoyo de importantes funcionarios y cardenales de la curia romana, cercanos a Juan Pablo II, a quienes sobornaba con generosos regalos y donaciones.

La publicación estadunidense señala entre las personalidades que obtuvieron regalos de la Legión de Cristo al entonces número dos, cardenal Ángelo Sodano; al secretario personal de Juan Pablo II, monseñor Stanislaw Dziwisz, polaco, y al español Eduardo Martínez Somalo, prefecto en esa época de las Congregaciones Religiosas.

La denuncia pesa sobre el proceso de canonización de Juan Pablo II, quien apoyó durante su pontificado a los legionarios.

La congregación reconoció a finales de marzo los abusos sexuales cometidos por su fundador y pidió perdón a las víctimas.