Huevos revueltos es un título tan enigmático como el proyecto que han emprendido los artistas visuales Melanie Smith y Rafael Ortega, a partir del pasado febrero, en la Sala de Arte Público Siqueiros (SAPS).

La serie mensual de pláticas dispares sobre temas diversos ha conjuntado aspectos de la vida que nada tienen que ver entre sí como Seguridad nacional y sushi, así se denominó la sesión en dos partes del pasado 23 de febrero, o Nosferatu y el juguete erótico, el par de conferencias del 23 de marzo. Todavía más extraño resulta Kazak y la virgen de la bala, que hoy se realiza a las 19:30 horas en el recinto de Tres Picos 29, colonia Polanco.

Más allá de lo didáctico

Si el título resulta ambiguo, a los coordinadores les gusta la idea de que el público no sepa qué viene a escuchar. Las conferencias, expresa Ortega, siempre tienen un componente de informalidad, lo que permite que el público sea amplio.

Más allá de lo didáctico, se trata de generar inquietudes en las personas, a partir del principio del proceso creativo, apunta el entrevistado.

“Desde hace tiempo Melanie y yo teníamos la idea de generar un espacio donde se rompieran las estructuras mentales a las que estamos acostumbrados.

Una de las cosas más fascinantes que ha sucedido en el arte contemporáneo tiene que ver con esa interdisciplinariedad, este diálogo entre diferentes áreas: artistas trabajando con veterinarios, ingenieros, técnicos, artesanos, etcétera.

Huevos revueltos es una edición hermana de Mixed Taste, proyecto de charlas organizado desde 2004 en Denver, Colorado, por THE LAB, dirigida por Adam Lerner. (Al asumir Lerner la dirección del Museo de Arte Contemporáneo, en esa ciudad, THE LAB se unió.) Cuando Smith expuso en Denver con Lerner, conoció su proyecto, luego éste vino a México, viaje que el binomio aprovechó para iniciar un diálogo con él, ya que pensamos en echar a andar este proyecto de una manera paralela, aunque Ortega reconoce que este tipo de dinámicas no se pueden aplicar de una manera general. Tienen que ajustarse a cada uno de los lugares.

Cuando Tatiana Pimentel asumió la dirección de la SAPS, conoció el proyecto y les propuso hacerlo allí, cosa que a Smith y Ortega les interesó, pues siempre dentro de la dinámica de Siqueiros hubo esa intención de generar discusión.

Proyecto de largo plazo

El presente es un proyecto de largo plazo y, por lo pronto, la SAPS tendrá dos temporadas. El esquema es sencillo: media hora cada ponente y luego 30 minutos de preguntas. Smith y Ortega establecen los temas, los cuales no deben tener una relación directa. Es una mecánica que funciona muy bien para abrir formas de pensar, indica Rafael Ortega.

Los ponentes pueden figurar entre los que conocieron, digamos, en una comida y tras una conversación de media hora se reveló como un experto en equis tema. Aparte del conocimiento del expositor, nos importa que sea un apasionado de su tema y pueda transmitir su sentir.

Fotonovelas y genoma humano es la cuarta y última plática de la primera temporada, que se abordará el 25 de mayo.

En la sesión de hoy participan Jaime Cuspinera, curador y restaurador de textiles, y Naín Ruiz Jaramillo, historiador e investigador de la Universidad Nacional Autónoma de México.