CNI: “La historia actual de nuestros pueblos
es de despojos y represión”
Gloria Muñoz Ramírez. A lo largo de 14 años el Congreso Nacional Indígena (CNI) se ha mantenido como quizás el único espacio independiente del movimiento indígena nacional. Con mayor o menor visibilidad a lo largo de más de una década de intercambiar experiencias y acordar posturas, los pueblos, naciones, tribus y barrios que lo conforman resisten la embestida salvaje del capital que pretende, y en muchos casos ha logrado, despojarlos de territorio.
Convocado en 1996 por el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), el CNI vivió en 2001 momentos que lo marcan y definen. Primero, en la fortaleza derivada de una amplia e inusitada convocatoria nacional e internacional en defensa de sus derechos y cultura; y después, en la indignación ante la aprobación de una ley que los desconoce, avalada por la totalidad de la clase política institucional.
Reunidos ahora en la combativa comunidad wixárika de Bancos de San Hipólito, los pueblos cora, o´dam, coca, nahua, purhépecha, triqui, ñahñu, tzotzil, mixteco y los anfitriones, coinciden en que “la historia actual de nuestros pueblos es una historia de despojos y represión… en la que nuestras luchas de resistencia son criminalizadas y donde quienes luchan son convertidos en delincuentes por una justicia corrupta e instituciones viciosas”.
El CNI sigue siendo el espacio no sólo para desmenuzar los agravios de cada pueblo, sino para construir una estrategia colectiva e incluyente que no los mantenga sólo a la defensiva, sino que los lleve a recorrer sus propios caminos: la autonomía, terreno en el que la experiencia de los pueblos zapatistas sigue siendo el principal referente.
Los pueblos que asistieron a la XXVII reunión de la región Centro Pacífico, reafirmaron su posición fuera de las maniobras de los partidos y demás instituciones políticas, diferenciándose así de organizaciones que sólo buscan la gestión, el toma y daca, curules o cualquier componenda. Estos pueblos caminan con La Otra Campaña desde su congreso nacional celebrado en Atlapulco en mayo del 2006, donde definieron claramente su postura anticapitalista, de abajo y de izquierda.
En Bancos de San Hipólito se habló de los retos del CNI y del camino para su fortalecimiento. Abajo, en las comunidades, están las respuestas, coincidieron todos. En palabras de Evaristo Domínguez, “si hay un problema en una comunidad tenemos que hacer que todos los miembros estén conscientes de lo que está pasando. Tenemos que luchar allí donde vivimos y traer aquí al Congreso nuestras problemáticas e ir aplicando en nuestros pueblos lo que aquí se habla”.
La difusión de los acuerdos, la inclusión en la red de otros pueblos, las asambleas comunitarias para la toma decisiones, la inclusión de las mujeres, la difusión de las luchas y resistencias de otros pueblos, la denuncia del despojo, el acompañamiento y apoyo a los pueblos en lucha, las acciones conjuntas sin perder independencia, son sólo algunos de sus retos.