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Se busca evitar que se repitan los excesos que llevaron a la crisis más grave en 70 años

Replanteará el gobierno el modelo de autorregulación a los bancos: Werner

Coordinadores partidistas en el Senado se comprometen a sacar adelante reformas fiscal y laboral

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De izquierda a derecha, el senador Gustavo Madero; el presidente ejecutivo de la Asociación de Bancos de México (ABM), Luis Robles Miaja; el senador Manlio Fabio Beltrones, y el presidente de la ABM, Ignacio Deschamps; ayer durante la clausura de la 73 Convención BancariaFoto Notimex
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Periódico La Jornada
Sábado 24 de abril de 2010, p. 25

Acapulco, Gro., 23 de abril. El gobierno federal inició un nuevo proceso de revisión a la normatividad para instituciones financieras cuya operación no se ajusta a los lineamientos de autorregulación y liberalización impulsadas desde el Ejecutivo, anunció el subsecretario de Hacienda, Alejandro Werner Wainfeld.

Al clausurar la 73 Convención Bancaria anunció que el gobierno federal replanteará, entre otras acciones, el modelo de autorregulación y liberalización que rige las actividades financieras debido a que los errores de algunos intermediarios financieros han probado tener impactos sistémicos y deben volver al paraguas de la regulación financiera, sobre todo en lo que respecta a una legislación prudencial.

La nueva reglamentación forma parte de las acciones que a escala internacional se busca aplicar para prevenir que se repitan los excesos que llevaron a la crisis financiera más grave de los últimos 70 años. Para Werner Wainfeld la banca comercial que opera en México está preparada para la nueva regulación.

Como parte de la agenda de esos cambios se encuentra la revisión de fideicomisos de garantía, la solución de querellas y mecanismos de arbitraje, así como métodos para crear reservas en sus carteras de crédito comercial e hipotecario, además de la estrecha vigilancia a instituciones que en el pasado ya han dado muestra de irregularidades o riesgos excesivos, entre otros.

El subsecretario de Hacienda primero presentó un panorama optimista de recuperación y buen comportamiento de las principales variables económicas del país durante la crisis. Para el final dejó el anuncio de que diversas instituciones financieras serán regresados al paraguas de la reglamentación, así como el diseño de nuevas medidas preventivas.

Para adelante tenemos que seguir mejorando las condiciones del sistema financiero, dijo Werner Wainfeld a los directivos de los bancos comerciales y de desarrollo a quienes diagnosticó que están en condiciones, requieren y pueden soportar las nuevas regulaciones que, planteó, serán más amigables, menos costosas y promotoras de la intermediación financiera en el país.

La banca mexicana, dijo, es sólida y capaz de cumplir con los estándares más estrictos que se discuten como parte de la reforma de la regulación bancaria a nivel mundial. Creo que si tomamos las propuestas más estrictas que se están planteando, nuestra banca cumpliría con todas ellas, dijo.

Por eso en los años que restan al actual gobierno se profundizarán los mecanismos de protección al consumidor; se revisará la solvencia y regulación prudencial de los intermediarios financieros y se replantearán los modelos de autorregulación y de liberalización.

Promisorio futuro

Para Werner Wainfeld los próximos años serán de crecimiento para las actividades financieras en el país: estimó que la cartera total bancaria pase de equivaler 18 puntos del PIB, a 25 puntos en 2012, es decir, un incremento de casi 40 por ciento; se establecerán mecanismos para impulsar el financiamiento de vivienda a través del mercado bursátil y se buscará extender los servicios bancarios a 67 por ciento de los municipios del país que aún no cuentan con cobertura.

Eso se hará mediante los esquemas de corresponsales a través de la red de tiendas de autoservicio y conveniencia, así como la cadena de tiendas gubernamentales Diconsa y hasta con la red de gasolineras. Además, mencionó, se busca impulsar el uso de los teléfonos móviles como medios de pago.

El Senado sacará adelante las reformas estructurales en materia política, fiscal y laboral antes de concluir la presente administración, ofrecieron por su parte al sector bancario del país los coordinadores del PRI y PAN en ese órgano legislativo, Manlio Fabio Beltrones y Gustavo Madero, respectivamente.

Sería, dijeron, una forma de impulsar aún más el crecimiento del país. Sin embargo, ni en la amigable oferta de avance legislativo los senadores pudieron ponerse de acuerdo, porque mientras para Beltrones resultaba crucial que el Poder Legislativo aprobara al gabinete presidencial, para Madero respresenta una pérdida de tiempo.

Ambos legisladores, junto con el perredista Francisco Javier Castellón Fonseca, en representación de Carlos Navarrete, participaron en la 73 convención bancaria, cuyos trabajos concluyeron este viernes.

Hay varias reformas necesarias que debemos acometer en los próximos años; hay muchas de las que ya nos hemos hecho cargo, a lo mejor no con todo lo que se esperaba, pero sí imponiéndole un ritmo y un rumbo para que México mejore, se rencauce en el crecimiento económico y promueva el empleo, dijo Manlio Fabio.

Gustavo Madero afirmó que en el Senado no se ha logrado llegar a acuerdos por el nudo gordiano en que se ha constituido la reforma política. Yo identifico que la reforma política está orientada precisamente a tratar de destrabar este nudo gordiano, a esta posibilidad de, se dice, construir mayorías estables. Hoy en México tenemos muchas confusiones que no permiten siquiera al electorado identificar bien las posiciones de un lado y de otro, acusó el legislador.

Para el senador Francisco Javier Castellón resulta evidente que trabajar en las reformas implica ir más allá del cálculo coyuntural de fortalecer al gobierno, hay que hacerlo porque de otra manera no es posible alcanzar esa ruta del desarrollo que mejore a las mayorías.

Rechaza Beltrones aprobar un champurrado

Pero, advirtió, de nada sirve dotar al gobierno de los instrumentos legales cuando está gobernando sobre un país que tiene 50 millones de pobres, una deuda histórica muy alta.

Los tres senadores prácticamente trasladaron el debate al ambiente más relajado del puerto de Acapulco, con la presencia de los hombres del dinero. Si bien Beltrones dijo estar dispuesto a aprobar todo lo que se necesite, fijó su posición de aceptar todo lo que se pueda y no salir con un champurrado tratando de introducir mecanismos que funcionan en otros sistemas políticos.