Los niños menores de cinco años duplicaron su consumo de jugos azucarados en sólo siete años, mientras que los de edad escolar –de seis a 11– lo triplicaron en el mismo lapso, aseguró Consuelo Velázquez, investigadora en la División de Ciencias Biológicas y de la Salud de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) Xochimilco.

Resaltó que la causa de este fenómeno proviene, en parte, del hecho de que México ocupe el primer lugar mundial en número de anuncios transmitidos cada hora en televisión durante la programación infantil.

Aseguró que cada 60 minutos, los niños ven 39 comerciales en promedio, de los cuales 17 son de alimentos chatarra, mientras en naciones como Bélgica y Austria sólo se transmiten cuatro anuncios, de los que uno o dos son de productos con bajo contenido nutrimental.

Lo anterior explica algo del grave problema de sobrepeso y obesidad que afecta a 30 por ciento de la población infantil. Con la finalidad de empezar a revertir esta tendencia, ayer pediatras de diversas asociaciones y colegios acordaron sumarse a la Estrategia contra el Sobrepeso y la Obesidad Infantil, informó Agustín Lara, director del Programa de Salud en el Adulto y en el Anciano de la Secretaría de Salud (Ssa).

Los especialistas se comprometieron a promover la lactancia materna en sus consultas en los sectores público y privado, dada la evidencia que existe respecto de que la alimentación exclusiva de la madre durante los primeros seis meses de vida del recién nacido previene el incremento excesivo de peso corporal.

También acordaron promover la ablactación saludable, con información a las madres sobre los alimentos que deben dar a sus hijos, y en particular, que eviten las bebidas azucaradas y los productos de bajo aporte nutrimental.

La investigadora de la UAM llamó la atención sobre la importancia de que una vez concluida la lactancia se evite el abuso en el uso del biberón, así como de azúcares, jarabes o cereales, los cuales actúan como inductores del sobrepeso.