Toluca, Méx., 22 de abril. A un mes de que la niña Paulette Gebara Farah fue reportada por sus padres como desaparecida, la Procuraduría General de Justicia del Estado de México (PGJEM) no ha podido determinar cómo fue que la menor se esfumó de su casa, y mucho menos explicar las causas de su muerte, luego que fue hallada sin vida en su propia habitación la noche del 30 de marzo.

Mientras los padres de la menor han pasado de testigos a indiciados, y de arraigados a liberados, la PGJEM ha sido incapaz de definir si el deceso fue por homicidio o accidente.

La propia dependencia ha alentado todo tipo de hipótesis sobre lo sucedido, que van desde que Paulette falleció asfixiada al quedar atorada entre la base de su colchón y una estructura de madera de su cama, hasta la de un autosecuestro planeado por los padres, a quienes la situación se les habría salido de las manos.

Ante el cúmulo de contradicciones, la PGJEM debió recurrir a la Procuraduría General de la República (PGR), a la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal (PGJDF) y a la Oficina Federal de Investigación de Estados Unidos (FBI, por sus siglas en inglés).

Silencio de Alberto Bazbaz

Todas estas instancias ya entregaron los resultados de las pruebas periciales que practicaron para esclarecer la desaparición y la muerte de la menor. Estos dictámenes están siendo contrastados con las pruebas que la PGJEM realizó, y se espera que los resultados se den a conocer en unos días.

Este jueves, el procurador de justicia del estado de México, Alberto Bazbaz Sacal, se negó a hacer comentarios sobre los avances de la investigación. El secretario general de Gobierno, Luis Miranda, sostuvo a su vez que el caso estará resuelto en breve.

Aunque Bazbaz Sacal aseguró en su más reciente declaración pública, el lunes 4 de abril, que este asunto se resolvería mediante la ciencia y no a partir de las declaraciones de los involucrados, éstos aún comparecen ante el Ministerio Público.

Este jueves fue el turno de los abuelos paternos de Paulette, quienes respondieron durante cuatro horas a un interrogatorio en el que estuvo Bazbaz.

Lisette Farah ha declarado más de cinco veces, lo mismo que su marido, Mauricio Gebara. También se le ha sometido a pruebas sicológicas e incluso al polígrafo. En tanto, las nanas Érika y Martha Casimiro Cesáreo han comparecido en más de tres ocasiones.