Más que en veladoras, confía en su accionar y en vencer a Santos
Es injusta la situación que enfrenta el equipo, señaló el portero suplente
Jueves 22 de abril de 2010, p. a15
Tal vez porque su historia es de perseverancia, Armando Navarrete, portero suplente del América, no pierde la esperanza de avanzar a la fase final del torneo Bicentenario y, más que en milagros y veladoras, confía en su propio desempeño y en vencer a Santos.
Puedo cargar a este equipo y tener una gran responsabilidad de clasificarlo. Me da ilusión que me den la oportunidad, tengo un compromiso grande y puedo meterlo a la liguilla
, declaró el guardameta, quien sólo ha jugado tres partidos en esta temporada y esperó ansioso la posibilidad de suplir a Guillermo Ochoa, convocado a la selección.
Nava, de 29 años, debutó en la primera división con las Águilas en el torneo Invierno 2001, pero en los nueve años que ya han transcurrido sólo fue titular en una temporada, el Apertura 2002.
Hoy considera injusta
la situación que enfrenta el plantel, porque desde el principio tratamos de clasificar. Es incómodo llegar a esta instancia así, pero mientras exista la esperanza de avanzar mantenemos esa ilusión
.
El club de Coapa necesita una combinación de resultados de otros equipos para tener posibilidades de avanzar a cuartos de final y el domingo los jugadores sabrán si el esfuerzo fue útil o no, mientras Navarrete insistió en que deben buscar, sí o sí, una victoria.
Sea como sea tenemos que ganar el partido. Si (el sábado) se da un resultado negativo, como profesionales debemos dar la cara y jugar bien
, dijo el portero al concluir la práctica, y agregó que la presencia de su equipo en la fase final sería positiva, porque cuando entra el América la liguilla tiene otro sabor
.
Insistió en la necesidad de mantener vivas las esperanzas y no mermar el esfuerzo, pero también se sinceró al admitir que si no clasifican será un fracaso y conllevaría a cambios dentro del plantel. La verdad es que somos empleados y al final dependemos de resultados
, agregó.
Las instalaciones de Coapa lucieron solitarias este miércoles. Lejos de lo ocurrido al inicio del torneo, cuando decenas de aficionados se apostaban en la puerta a esperar la salida de los jugadores, esta vez fueron menos de 10 los que concurrieron al club en busca de un autógrafo, un saludo o una fotografía.