Al igual que Pável Pardo habló el lunes de milagros y cálculos matemáticos en torno al pase del América a la liguilla, ayer Ángel Reyna reveló que fiel a su costumbre ha encendido veladoras en señal de fe para el mismo fin.

El mediocampista sostuvo que al margen de que sólo los títulos reivindican a un equipo frente a su afición, la grandeza de un club no puede aquilatarse por el desempeño en una jornada, como la última y definitiva del torneo, en la cual las Águilas se enfrentarán al ya clasificado Santos y dependerán de otros resultados.

Los grandes equipos se hacen con la historia que traen; no hay por qué jugarse el trabajo ni la historia en una fecha. El América es el más grande y es el que está en la polémica. Si vas y preguntas en otro club, no pasa nada si no gana un campeonato en 10 años, destacó Reyna al concluir la práctica de ayer en Coapa.

América no sólo depende del triunfo, sino de una combinación de resultados que involucran a Cruz Azul, Morelia y Atlas.

No es como nosotros pretendíamos, pero no hay más. Debemos vivir el presente y sacar adelante esto. Es difícil, pero se puede, y lo que nos corresponde a nosotros es ganar, después ya veremos, dijo Reyna.

Rechazó que encarar a un equipo ya clasificado sea ventaja, pues los de La Comarca buscarán cerrar fuerte, y más si juegan con suplentes, pues éstos se esforzarán para ganarse un lugar.

La verdad es que sí hay un poco de presión, pero debemos saber manejarla de la mejor forma y sacar esto adelante, expuso el jugador, quien dijo ser un tipo de fe, por lo que “a diario en la casa prendo veladoras.

Los milagros existen y no se necesita uno para avanzar a la fase final del torneo; sólo hacer nuestro trabajo y no perder la fe. Nada más, indicó.