Aunque todavía pueden verse cuadrillas de trabajadores ultimando detalles, como la limpieza del concreto exterior de los inmuebles o de las explanadas, el Centro Cultural Universitario de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) ya se encuentra listo.

Fueron cuatro y medio meses de trabajos de mantenimiento mayor, adecuación de espacios y renovación tecnológica a la que se vieron sometidos tanto las explanadas como los cinco recintos artísticos con los que cuenta este complejo cultural, al que las autoridades universitarias definen como el más significativo de México y, después de estas obras, uno de los más importantes de América Latina.

Poco menos de cien millones de pesos fue la inversión total que se requirió para recuperar el esplendor y poner al día este espacio universitario, con el propósito de cumplir su cometido original de seguir auspiciando a la vanguardia, tanto en lo concerniente a proyectos culturales y artísticos como en infraestructura, según de Sealtiel Alatriste, titular de la Coordinación de Difusión Cultural UNAM.

El funcionario convocó ayer a conferencia de prensa para precisar aspectos relacionados con los trabajos emprendidos en ese complejo, al término de la cual los representantes de los medios de comunicación realizaron un recorrido por los diferentes espacios y recintos que integran ese conjunto cultural.

De acuerdo con la responsable administrativa de las obras, Liliana Saldaña, quien es asimismo la encargada de los recintos culturales de la UNAM, estos trabajos resultaban ya impostergables, ya que que el Centro Cultural Universitario no había sido sometido a mantenimiento profundo desde su construcción, hace más de 30 años.

Resaltó que cuando menos 60 por ciento de los trabajos resultan imperceptibles a la vista, luego de que debieron repararse una infinidad de vicios ocultos. Nos fuimos a las entrañas de los recintos y se cambió el cableado interno y externo, los drenajes, las luminarias...

También se unificaron los materiales del centro cultural en cuanto a los pisos y alfombras, el mobiliario de los baños y los camerinos, además de que se repararon fallas en el drenaje para evitar que se inunden algunas zonas del exterior cuando llueve y se incorporó un sistema de señalización para facilitar los recorridos y accesos a los recintos.

Coincidencia feliz

En lo que consideró una feliz coincidencia, Liliana Saldaña comentó que, en términos operativos, los trabajos estuvieron a cargo del mismo equipo de especialistas que participó en la construcción del Centro Cultural Universitario hace más de 30 años, encabezado por el ingeniero Francisco de Pablo y el arquitecto Orso Núñez, de la Dirección de Obras y Mantenimiento de la UNAM.

Con ese proceso tratamos de mantener la esencia de los recintos tal y como estaban hace 33 años, no hubo cambios en los diseños ni en nada, agregó Saldaña, quien hizo hincapié en que, además de ser sometidos a mantenimiento mayor, las salas de Conciertos Nezahualcóyotl, Carlos Chávez y Miguel Covarrubias, así como el teatro Juan Ruiz de Alarcón y el Foro Sor Juan Inés de la Cruz, fueron dotados con tecnología de vanguardia en lo que respecta a iluminación y sistemas de audio, a la altura de los recintos más importantes del mundo.

Escenografía de Four rooms, coreografía de Vicente Silva SanjinésFoto Marco Peláez

Como se ha documentado en estas páginas, la de la Sala Nezahualcóyotl fue acaso la intervención más delicada de las practicadas en los otros cuatro recintos, ya que estaba de por medio la posibilidad de una afectación en su acústica, lo cual se ha afirmado con insistencia que no sólo no ocurrió, sino que hay quienes aseguran que con el remozamiento la acústica de la sala quedó más brillante, como sostiene el titular de la Dirección de Música, el pianista Gustavo Rivero Weber.

De este recinto fueron cambiadas las puertas de acceso a la sala, la alfombra interior, la duela del escenario y sus 2 mil 300 butacas; esto último ocurrió también con las 171 de la sala Carlos Chávez.

De la renovación tecnológica de los recintos, resalta que en la sala Miguel Covarrubias, además de contar con equipos de iluminación y sonido de última generación, se incorporó un nuevo sistema mecanizado para el foso de la orquesta, que reducirá el tiempo de montaje de tres días a cuatro horas.

Intervención en las salas de cine

Durante la ronda de preguntas, Sealtiel Alatriste confirmó lo que ya había publicado La Jornada (18/01/10), de que el siguiente paso será intervenir las salas cinematográficas del Centro Cultural Universitario: la José Revueltas y la Julio Bracho, al disminuir su tamaño y convertirlas en tres. Las obras comenzarán en diciembre y deberán concluir en febrero de 2011, para ser reinauguradas con un Festival Internacional de Cine.

De igual manera, el funcionario afirmó que cuentan ya con la autorización del Gobierno del Distrito Federal para construir una estación del Metrobús a la altura del centro cultural; sólo hace falta dinero, precisó.

Con la construcción del Museo Universitario de Arte Contemporáneo y ahora la restauración y el mantenimiento de cada uno de los recintos del Centro Cultural Universitario, queremos dejar constancia de la importancia que nuestra institución da al hecho de seguir auspiciando a la vanguardia, sea a nivel de proyectos culturales, tecnologías de última generación, infraestructura renovada, subrayó.

Esto tiene el propósito de situarnos a la altura tanto de una comunidad artística cada vez más profesional y cosmopolita, como de los públicos, los que aquí se forman, los que regresan y los habituales.