México es uno de los aproximadamente 200 países en los que aún existen enfermos de tuberculosis. Es un padecimiento considerado de la pobreza y motivo de preocupación en el sistema nacional de salud, pues 18 por ciento de los afectados se han vuelto resistente a los medicamentos.

El pasado 24 de marzo se celebró el Día Mundial de la Tuberculosis. Con ese motivo, la Secretaría de Salud (Ssa) dio a conocer los resultados de la encuesta de Prevalencia de resistencia a la enfermedad, realizada en 2 mil 121 pacientes de nueve estados de la República.

El estudio, a cargo del Instituto Nacional de Salud Pública (INSP), encontró que 64 por ciento de los afectados son hombres, la mayoría tiene más de 40 años de edad. Del total, mil 720 respondieron a los medicamentos de primera línea (82 por ciento), mientras que 356 (18 por ciento) resultaron resistentes a uno o más fármacos.

Mauricio Hernández Ávila, subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, reconoció que la resistencia es ocasionada por un tratamiento inadecuado y tardío. Además del riesgo de transmisión de la enfermedad, advirtió que entre los pacientes que requieren terapias de segunda línea el costo de la atención médica es 10 veces mayor.

A escala nacional se diagnosticaron 15 mil 35 casos en 2008, lo que significó una cobertura de detección de 84 por ciento y un nivel de curación también de 84 por ciento, de acuerdo con el reporte Caminando a la excelencia de la Ssa. Además, plantea que 85.6 por ciento de los casos se realizó un seguimiento epidemiológico adecuado.

En la presentación de los resultados de la encuesta levantada en 2009, Hernández Ávila aseguró que la frecuencia de tuberculosis está controlada y que por la cantidad de nuevos casos reportados, México se ubica por debajo de países como Perú, Guatemala, Argentina y Costa Rica, y dentro de los parámetros de la OMS para la región, que es de menos de 3 por ciento.

Información del INSP señala que la investigación se realizó a petición de la Organización Panamericana de la Salud, con la finalidad de detectar el nivel de resistencia de la tuberculosis a las terapias.

Detalla que este problema surgió poco después del inicio de la utilización de medicamentos antituberculosos en los años 50 del siglo pasado. Sin embargo, fue durante la pasada década que se empezaron a reportar brotes de resistencia en Estados Unidos y Europa, los que también se reprodujeron en América.

Con la finalidad de conocer la magnitud del problema, se levantó la encuesta, inicialmente programada con 2 mil 700 nuevos casos de los estados de México, Baja California, Chihuahua, Sinaloa, San Luis Potosí, Guanajuato, Querétaro, Morelos y Yucatán. Participaron más de 4 mil unidades de salud.

Hernández Ávila resaltó que la Ssa trabaja en la intensificación del programa de control y tratamiento del mal para obtener mejores resultados, así como en consolidar el sistema de información de la tuberculosis, también conocida como enfermedad pulmonar.

Entre las tareas pendientes está fortalecer los comités estatales, asegurar el acceso al tratamiento estrictamente supervisado para disminuir al máximo la resistencia, garantizar las pruebas de laboratorio y el ingreso al tratamiento estricto de los nuevos pacientes.

De acuerdo con la OMS, a escala global el problema afecta a más de 2 mil millones de personas, es decir, un tercio de la población mundial. De ellas, una de cada 10 desarrollará tuberculosis activa en algún momento de su vida, sobre todo aquellas cuyo sistema de defensas se vea comprometido, como ocurre en quienes viven con VIH/sida.

El organismo internacional reporta que en 2007 murieron 1.77 millones de individuos, de los cuales 456 mil también eran portadores de VIH. En el mismo año surgieron 9.27 millones de nuevos casos, 80 por ciento en sólo 22 países. Para la OMS, aunque la incidencia mundial de la tuberculosis está bajando, lo hace un ritmo muy lento, menos de uno por ciento cada año.