Desde los 90 elabora tortillas integrales y con maíz blanco, dice
Lunes 19 de abril de 2010, p. 29
Debido a los crecientes índices de obesidad y desnutrición que se han reportado en el país en los últimos 10 años, Grupo Maseca (Gruma) aumentó el contenido de ácido fólico, hierro y zinc en todas las presentaciones de su harina de maíz nixtamalizado Maseca, indicó la compañía.
La empresa aseguró que esta práctica no es nueva, pues desde la década de los 90 fue pionera en el enriquecimiento de su harina de maíz con vitaminas y minerales.
En un comunicado, Gruma indicó que su harina ha sido siempre integral y elaborada con granos de maíz blanco, lo que, dijo, ha permitido conservar su alto contenido de fibra, a la vez que se respeta el proceso tradicional de nixtamalización.
El mayor productor de tortilla y de harina de maíz en México, agregó que la tortilla no engorda, debido a que aporta sólo 50 calorías (menos que las de una manzana), pero sí ofrece un importante valor nutrimental, al ser bajo en grasas totales y saturadas, libre de colesterol y de azúcar, baja en sodio y con alto contenido de calcio, magnesio, potasio, fósforo y fibra.
La compañía señaló que el consumo de seis tortillas elaboradas con la nueva harina enriquecida Maseca proporciona el ciento por ciento de la Ingesta Diaria Recomendada (IDR) de ácido fólico para un adulto, nutriente esencial para evitar alteraciones durante el embarazo; el 26 por ciento del hierro necesario para el cuerpo –esencial para la prevención de la anemia–, y equivalente a ingerir 200 gramos de carne de res, a un menor costo.
Además, aseguró, seis tortillas de la nueva harina ofrecen también 26 por ciento del zinc considerado en la IDR, similar al obtenido al comer cien gramos de carne de res, mineral fundamental para el crecimiento y el reforzamiento del sistema inmunológico.
De acuerdo con datos oficiales, México ocupa el segundo lugar a nivel mundial de obesidad en adultos y el primer lugar mundial en sobrepeso en niños. El 70 por ciento de los adultos presenta sobrepeso y tan sólo en una década, el número de menores de entre cinco y 11 años con exceso de peso registró un incremento de 77 por ciento.