La respuesta de la directora Gabriela Díaz Alatriste es de botepronto, pero contundente: ¿Una personalidad o un sonido femenino?, para nada. Somos una orquesta, cuyo fin último es hacer música juntos, y hacerla cada vez de mejor manera.

Titular desde hace un año de la dirección artística de la Orquesta Sinfónica del Instituto Politécnico Nacional (OSIPN), con lo que se convirtió en la primera mujer en México en ocupar un cargo de esa naturaleza, para la también pianista el sexo o género es un factor que en nada incide o repercute en el arte.

No hay géneros en la música. No creo que la orquesta (bajo mi mando) tenga un toque femenino. Lo que nos interesa es que la música que tocamos la hagamos de la manera más allegada a como el compositor la quería, sin importar si es hombre o mujer, agrega.

Creo que en este año que tengo de trabajar con ella, la OSIPN ha subido su nivel artístico, la administración ha funcionado de mejor manera y todo se refleja en el resultado de los conciertos. Hemos avanzado, aunque eso no significa que no tengamos mucho por recorrer; el camino aún es muy largo.

La mujer, a cualquier espacio

En entrevista con motivo del concierto conmemorativo de los 45 años de la sinfónica politécnica, el cual tendrá lugar el 21 de abril en el Teatro de la Ciudad, Gabriela Díaz Alatriste se muestra orgullosa por ser la primera mujer en México que fue nombrada titular de una orquesta sinfónica.

Ha sido una experiencia extraordinaria, fabulosa. En México, como en otros varios países, no estamos acostumbrados a ver una mujer en el podio, comenta.

“Sí ha habido aquí casos de mujeres que han actuado como directoras huéspedes, pero no había precedente de que alguna fuera nombrada titular de una sinfónica.

Ya era tiempo de que eso ocurriera. Estoy convencida de que la mujer puede colaborar en cualquier espacio profesional, comenta.

La artista niega que su llegada al frente de la OSIPN provocara recelos, así como que su autoridad como directora haya sido cuestionada o confrontada alguna vez por ser mujer: Nunca ha ocurrido eso. Pienso que algunos músicos, quizá no sólo de la orquesta, sino en general, no están acostumbrados a que una mujer sea la directora, la líder; pero de eso a que me enfrenten o desafíen, nada, prosigue.

En un principio, más que nada el desafío fue conocernos, cómo era mi forma de trabajo y la de los músicos, y encontrar la mejor manera de entendernos. Eso sucedió en un periodo muy corto, y una vez encontrándonos el modo, en adelante, lo que nos interesa a ambas partes es el mejoramiento artístico y administrativo de la orquesta. Todos tenemos un interés en común, que la OSIPN vaya hacia adelante.

Mi trabajo con la orquesta ha sido de arduo esfuerzo, contó la directora en entrevistaFoto María Meléndrez Parada

Para Gabriela Díaz Altriste no hay duda de que la orquesta del Politécnico llega a su 45 aniversario en plenitud, si bien reitera que eso no significa que no exista aún mucho por corregir y caminar.

No todo depende de los músicos

–¿Cuáles son los principales aspectos en los que usted ha trabajado con la orquesta, pues ésta aún no ha calado en el gusto del gran público?

–Todas las orquestas son difíciles. A veces la gente sólo piensa en si suena bien o mal, pero eso es algo que depende de muchas cosas, no sólo de cómo toquen los músicos.

“A veces la gente sólo piensa en cómo toca el músico y no se da cuenta de que muchas veces tiene que ver la acústica del lugar, la sala donde se toca, los instrumentos que se utilizan, los cuales no son Stradivarius.

“Mi trabajo con la orquesta ha sido de arduo esfuerzo. Durante todo el año hemos trabajado en diveras cuestiones fundamentales, como la afinación, el ensamble; en fin, en muchas cosas que poco a poco se han ido mejorando.

“A veces la gente reduce todo a cómo tocó alguien, pero hay otros factores que intervienen. Eso ocurre también con el repertorio. Hay quienes nos critican que siempre es el mismo, que tocamos las mismas obras.

“Pero no debemos olvidar que la vocación de la OSIPN es –ante todo– educar, y en ese sentido es importante presentar a los alumnos, muchas veces por primera vez, a los grandes autores del repertorio sinfónico.”

El concierto de festejo por los 45 años de la OSIPN en el Teatro de la Ciudad Esperanza Iris (Donceles 36, Centros Histórico) será a las 20 horas.

El programa estará integrado por el Concierto para piano número 1, de Chaikovsky; el Bolero, de Ravel, y la suite de El pájaro de fuego, de Stravinsky. La pianista Guadalupe Parrondo actuará como solista.

Este mismo programa se interpretará el 22 y el 24 de abril en el Auditorio Alejo Peralta del Centro Cultural Jaime Torres Bodet del IPN, en Zacatenco, a las 19 y 13 horas, de forma respectiva.