Zonas arqueológicas, sitios de observación
Domingo 18 de abril de 2010, p. 34
Anoche, debido a las buenas condiciones meteorológicas que imperaron en la mayor parte de los estados del país, por segundo año consecutivo pudo observarse una lluvia de estrellas, a diferencia del Distrito Federal, donde la nubosidad amenazó la visibilidad de este espectáculo astronómico.
El cielo encapotado desde las primeras horas de la tarde no impidió que más de 7 mil personas se congregaran en Ciudad Universitaria.
Carlos Aramburo de la Hoz, coordinador de Investigación Científica de la UNAM, dijo: el público tuvo la oportunidad de acercarse a quienes generan el conocimiento
, pues astrónomos, biólogos, físicos, ingenieros y filósofos esparcieron conocimiento estelar.
Debido a la intermitencia del aguacero, los organizadores dudaron que hubiera una buena observación de la bóveda celeste. El más optimista fue el director del Instituto de Astronomía, José Franco, quien pedía tiempo. No se equivocó: cerca de las 20 horas el cielo abrió.
El primer astro que apareció fue la Luna, sobre la Biblioteca Central. Minutos después, Venus emergió cerca del estadio Olímpico Universitario; al disiparse un poco la nubosidad, Marte se dejó ver. Por minutos, la constelación de Orión se vio completa.
En la explanada Barros Sierra hubo algunos telescopios para quienes, pacientemente, hicieron fila. Debido a la lluvia no se colocaron los más de 200 aparatos que se preveía instalar en el acto organizado por la UNAM, el Politécnico y la embajada de Francia, entre otras instancias.
En Zacatenco la lluvia cayó torrencialmente y frustró la actividad en la explanada del planetario Luis Enrique Erro.
En tanto, en las zonas arqueológicas de Xochicalco, Morelos, y Monte Albán, Oaxaca, así como en Mérida, Yucatán, Acapulco, Guerrero, y Saltillo, Coahuila, el espectáculo se observó sin dificultad, debido a las óptimas condiciones climatológicas.
En Xochicalco, unas 600 personas apoyadas por personal de la zona arqueológica pudieron observar el cielo con telescopios. Por medio de rayos láser se explicó a los visitantes los movimientos en el cielo.
En Acapulco, estudiantes de primarias acudieron con farolas al Fuerte de San Diego, donde astrónomos hablaron sobre el movimiento de los cuerpos y a través de los telescopios se observó la lluvia de estrellas.
En Monte Albán, un cielo claro y apacible dejó observar a Marte, Saturno, Venus, la nebulosa de Orión y la constelación Osa Mayor.
En Mérida cientos de personas disfrutaron del espectáculo en las instalaciones de la Feria Yucatán.
En Saltillo, el Museo del Desierto, junto con la Universidad Autónoma de Coahuila, la Sociedad Astronómica de Saltillo y la Alianza Francesa, organizaron la observación.
Rubicela Morelos, Misael Habana, Octavio Vélez, Luis A. Boffil y Leopoldo Ramos