a unificación de cuatro colonias formadas entre 1859 y 1890 dio origen en 1898 a la creación de un fraccionamiento que habría de bautizarse como colonia Juárez. Con ubicación privilegiada entre las vías de más postín: Paseo de la Reforma, Paseo de Bucareli y el bello acueducto de Chapultepec, se dirigió a las clases pudientes y a los extranjeros que convocaba el gobierno porfirista a hacer negocios en México.
Según nos comenta Elena Segurajáuregui, en su libro Arquitectura porfirista en la colonia Juárez, que publica la Universidad Autónoma Metropolitana, la mayoría de los lotes los adquirió la Chapultepec Land Improvement Company, y los contiguos al Paseo de la Reforma, el Banco de Londres y México; para marzo de 1901 ya había 50 lotes construidos.
Hace tiempo hablamos de una de estas construcciones: los Gore Court Apartments, que edificó el arquitecto Thomas Sinclair Gore, canadiense que llegó a la ciudad de México a fines del siglo XIX. Al poco tiempo de su llegada adquirió un terreno en la colonia Juárez en donde construyó, en estilo neoclásico, un edificio que ofrecía departamentos amueblados para estancias cortas, idea novedosa en la cosmopolita ciudad, que ya contaba con buenos hoteles, especialmente en el centro.
En ese entonces comentamos que el nacimiento del siglo inauguraba para México un futuro promisorio; se consideraba que era posible alcanzar una situación semejante a la de países como Francia, Inglaterra y Alemania. Esto animó al señor Gore a remodelar los apartamentos y convertirlos, a partir de 1907, en el hotel Geneve. Este fue por muchos años unos de los más populares fuera de la zona del Centro.
En un libro que se publicó por el centenario del hotel, el autor Carlos Martínez Assad, nos cuenta una historia relacionada con la vida de la ciudad de toda una época, mencionando a diversos personajes de la política, el arte, la empresa y la farándula que en algún momento fueron huéspedes. Para mencionar algunos: Luis Cabrera, Pablo González Casanova, el cantante de ópera Enrico Caruso, la actriz Virginia Fábregas y existe el registro de Winston Churchill con su esposa, quien por esas fechas se sabe que estuvo en Estados Unidos, lo que lleva a pensar que el célebre ministro británico aprovechó para darse una escapada y visitar México. También aparecen los generales Juan Andrew Almazán y Gonzalo N. Santos; Malcolm Lowry, autor del afamado libro Bajo el volcán; Antonio Castro Leal, quien, procedente de Veracruz, se alojó aquí mientras se instalaba en la ciudad para tomar posesión como rector de la Universidad Nacional; al igual que de Michoacán arribó el general Lázaro Cárdenas; de Yucatán, el compositor Guty Cárdenas, y de La Habana, Félix F. Palavicini, fundador del diario El Universal.
Como anécdota relacionada con los ahora celebrados bicentenario y centenario, recordemos que precisamente el 20 de noviembre de 1910, fecha propuesta por el Plan de San Luis para iniciar la Revolución, Porfirio Díaz, para demostrar su tranquilidad ante el hecho, fue a comer con su familia al restaurante del hotel, que conserva la copia del cheque que firmó, por la cantidad de 30.25 pesos.
Con relación a tales efemérides el Hotel Geneve, conjuntamente con la Editorial Grijalbo, ha organizado una serie de presentaciones de la colección Charlas de café, en la que diversos autores entrevistamos
a protagonistas de ambos movimientos. El próximo martes 20, a las 18 horas, voy platicar con Josefa Ortiz de Domínguez y están cordialmente invitados.
Hay la ventaja que para el piscolabis
de rigor, está ahí mismo el restaurante La Terraza, en donde entre plantas y jaulas de pájaros, el cheff Felipe Bucio ofrece sus exquisitas creaciones: la crema de hongos con queso brie, el merlín almendrado, con toque oriental, el medallón de atún, un New York pequeño, marinado en salsa de chipotle y de postre la cassata de mango.