Sin elección
No hay condiciones
Reglas para no cumplir
Fox, bajo el sol (azteca)
Las otras armas electorales
La miss Elba Esther ya dijo no
Hace 40 años China era más pobre que México
La encuesta del IMSS
Perlas del cretinismo institucionalizado
En dos años de Calderón 80% de hogares perdieron ingresos
Otros mundos son posibles/ V
Wright muestra crecientes antinomias en Cooperativas Mondragón
Regreso-retiro de La Vero
n el Coloquio Internacional contra la Trata de Personas, inaugurado ayer en esta capital –con el telón de fondo de las recientes muertes de civiles atribuibles a las fuerzas públicas y el combate ocurrido en Acapulco en medio de un grupo de personas inocentes–, el secretario de Gobernación, Fernando Gómez Mont, exculpó al gobierno del que forma parte, y a las autoridades en general, de generar la violencia, fenómeno que atribuyó a la indolencia, la hipocresía y el silencio
. El funcionario exhortó a todos
a tomar conciencia de la violencia implícita que prevalece en los sistemas sociales, económicos y políticos, y se refirió a la necesidad de construir, gobierno y sociedad, los antídotos para esa violencia: el monopolio legal para proteger a las gentes y una cultura de respeto al humano
.
Yunes negoció con sobreprecios medicinas en el ISSSTE
l Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE), fundado en los años 60 del siglo pasado –producto de las grandes luchas de maestros de 1956-58–, se encuentra en severa crisis. Dirigido siempre por la burocracia oficial y sindical, sufrió graves contrarreformas que privatizan y ponen en jaque las pensiones.
l desastre nacional se ha agravado en este cuarto año del gobierno de facto de Felipe Calderón al carecer de un proyecto para México y querer utilizar la aplicación de los programas neoliberales, exigida desde el exterior, y la supuesta “guerra contra el narco”, que le impuso Washington, como moneda de cambio para perpetuarse en 2012.
or más que las rechacemos, son importantes las declaraciones del secretario de la Defensa Nacional, general Guillermo Galván, justificando el estado de excepción de facto que se vive en varias partes del país. Nadie como él se ha atrevido a expresar con tanta sinceridad y claridad el proyecto del gobierno de Calderón de normalizar lo que todavía los ciudadanos consideramos anormal. De que aceptemos, como diría Orlando Fals Borda, la normalización de la violencia con todas las aberraciones que ésta acarrea, como un dato de la vida cotidiana.
isperso, y aparentemente desorganizado, el narco es la primera fuerza que reta en forma decisiva al Estado mexicano. Opera visiblemente en todo el territorio nacional y expande sus mercados en el extranjero con tecnología y una impresionante estructura financiera; importa armas de grueso calibre para combatir abiertamente a las fuerzas armadas, y corrompe con impunidad autoridades federales, estatales y municipales; cobra impuestos, impone leyes y cuenta con fuerza pública
, reconoció recientemente Felipe Calderón.
on muchas las interpretaciones sobre la maniobra mediática a que se prestó el periódico Reforma a finales de marzo, cuando publicó un documento supuestamente entregado por un desertor
del EZLN, en el que se hacen revelaciones
–ya dadas a conocer infinidad de veces– sobre la estructura de la organización, armamento, ubicación territorial de sus mandos y sus presuntas fuentes de financiamiento, entre las que destacaría una del País Vasco, que de forma igual de maniquea se presenta como proveniente de ETA.
ace 15 meses, vecinos de la Magdalena Contreras solicitaron una reunión con el Gobierno del Distrito Federal para conocer el proyecto de la supervía poniente, una gran autopista de cuota que conectará el norte a un congestionado sur de la capital, que impactará negativamente una de las zonas verdes del Distrito Federal.
os mexicanos cada día estamos más desesperados y desesperanzados. Vivimos en una grisura ambiente que nos llena de zozobra. Constantemente nos agobian las penurias económicas, la inseguridad, la violencia, la injusticia, la indiferencia, la ira, el miedo y el desaliento. En este círculo vicioso de emociones, no encontramos paz ni espacio y tiempo propicios para el recogimiento y la reflexión.