Buenos Aires, 14 de abril. El Senado argentino aprobó hoy con un escaso margen gracias a la minoría oficialista el nombramiento de Mercedes Marcó del Pont como presidenta del Banco Central, horas después de que en la Cámara de Diputados los opositores de todo el arco de la derecha, con apoyo de algunos sectores de izquierda, lograron mayoría para votar contra el decreto presidencial que autorizó el pago de deuda con parte de las reservas, las más altas registradas en el país en los últimos años.

En la Cámara alta, luego de los fracasos en sesiones anteriores por falta de quórum opositor, se votó primero el dictamen de comisión de mayoría que rechazaba a Marcó del Pont y no logró aprobación, por lo que se puso en consideración el dictamen de minoría del oficialismo que fue aprobado por 35 votos contra 34 votos y la abstención del senador por La Rioja, el ex presidente Carlos Menem.

El jefe del bloque de senadores oficialistas Miguel Ángel Pichetto, advirtió que sería muy grave para la marcha de nuestro país que el pliego de Marcó del Pont fuera rechazado, al advertir la intención de la oposición, después de obtener quórum.

Los senadores oficialistas y opositores acordaron ayer que en quince días tratarán los proyectos de ley que contemplan el uso de reservas del Banco Central para el pago de deuda. También se trataría en esa misma sesión el Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) del Fondo de Desendeudamiento.

En tanto, los bloques opositores de la Cámara de Diputados consiguieron en la madrugada rechazar el DNU en el marco de una sesión que duró casi doce horas, pero el decreto sigue vigente hasta que el Senado vote si lo rechaza o no.

El escenario muestra una desesperada carrera donde la oposición intenta prácticamente cogobernar y llevar al Ejecutivo a situaciones sin salida. La propuesta primaria de varios políticos el 28 de junio pasado cuando las elecciones legislativas le otorgaron a la oposición derechista la mayoría en el Congreso, fue llevar contra la pared a la administración de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner y obligarla a renunciar antes de cumplir su mandato, lo que fue publicitado abiertamente.

Ahora ante el voto de diputados, Elisa Carrió, de la centroderechista Coalición Cívica, consideró que no había que elevar esto ante el Senado. Desde su punto de vista la declaración de nulidad de diputados (140 votos contra 93 y seis abstenciones) alcanzaba para que el DNU deje de tener efecto.

El argumento de la oposición se basa en la supuesta inconstitucionalidad del decreto, intentando hacer retroactivo el alcance y obligar a devolver fondos ya destinados al pago de deuda para salir de la cesación de pagos.

Pero en realidad necesita la validación del Senado por lo que la diputada Carrió encontró diferencias en algunos bloques de la oposición y dejó abierta nuevamente la posibilidad de recurrir a la justicia que tampoco es compartido por todos los opositores.

El bloque oficialista advierte que de no usar parte de los fondos de una abultada reserva del Banco Central, se tendría que recurrir a endeudamientos y ajustes, que complicarían la situación social. Además la pregunta es ¿existe en el país y en el exterior en este momentos una correlación de fuerzas suficientes para que el gobierno pueda contar con el apoyo necesario y anunciar un cese de pagos y cuántos lo acompañarían a enfrentar las consecuencias de esa medida?.

También se advierte que el Congreso sólo puede rechazar o aceptar el decreto pero no declarar la nulidad, como se pretende, para intentar evitar que se expida el Senado. Hay otra variante y es aprobar la utilización de reservas vía una ley y existen propuestas como las del senador peronista disidente Carlos Verna, de La Pampa, o la del diputado del izquierdista Nuevo Encuentro, Martín Sabbatella, con una actitud muy distinta a la de Fernando Pino Solanas, de Proyecto Sur, que votó con la oposición.

Agustín Rossi, jefe de la bancada oficialista rechazó el planteo de Carrió, de que no se debía ir al Senado, y aseguró que van a seguir adelante y consolidar este proceso de desendeudamiento, y dijo que su bloque está orgulloso de cómo el gobierno enfrentó la crisis..

Pero detrás de todo lo sucedido en estas horas está una situación asombrosa. El vicepresidente Julio Cleto Cobos sacó un desplegado ayer en los medios donde publicó la lista de legisladores que no daban quórum y recurrió a advertir que se descontaría un porcentaje por cada falta en estas circunstancias.

Poniéndose a la cabeza nuevamente de la oposición al gobierno que representa, Cobos utilizó las ventajas de su cargo para llevar a situaciones extremas al oficialismo. Ante esta situación el jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, advirtió que la publicación de este listado fue un recurso fascista. Hoy imputan a los que no dan quórum, mañana van a ser los gitanos y después serán los homosexuales. Van a hacer listados de cualquier cosa. Eso es fascismo, sostuvo. También recordó que esto nunca había sucedido en el país.