Más que la Independencia y la Revolución, lo que en 2010 se conmemora son dos intentos para construir un país, los cuales no han dado resultado, reflexionó en charla con La Jornada el dramaturgo e historiador Juan Tovar, de quien recientemente la Compañía Nacional de Teatro (CNT) estrenó su obra Horas de gracia, cuyo protagonista es Agustín de Iturbide.

Para Tovar, más que un país, lo que el movimiento revolucionario construyó fue un Estado revolucionario que funcionó durante 70 años; y de repente concluyó (con la llegada al poder de la derecha y el régimen presidencial de Vicente Fox); entonces fue muy fácil decir ya no somos un gobierno revolucionario, ahora somos un gobierno reaccionario.

Salinas, Santa Anna redivivo

Como bien dijo el maestro Luis de Tavira, citó Juan Tovar, hay una ignorancia ignorada de nuestro pasado histórico.

Varias fueron las figuras históricas que propusieron la democracia de un solo partido. Melchor Ocampo se lo planteó a (Benito) Juárez, pero éste no aceptó, y Justo Sierra, en su momento, se lo propuso a Porfirio Díaz, pero éste quería estar él solo en la silla, no quería sucesores, explicó Juan Tovar.

“El que finalmente logra eso (la democracia de un solo partido) es Plutarco Elías Calles, con el PRI; por supuesto, fue una democracia llena de defectos, pero mientras funcionó, funcionó.

Ahora se les entrega el país a los descendientes del partido conservador (a la derecha), lo cual es absurdo, es no saber que ya Melchor Ocampo y Justo Sierra habían advertido que esos personajes no hay que dejarlos acercarse al gobierno ni por casualidad, comentó el dramaturgo e historiador.

“Por decirlo de alguna manera –abundó–, la democracia de un solo partido, mal que bien, ahí se encontraba, hasta que llegó el cambio; que no fue cuando llegó el PAN al poder, sino que fue preparado antes por el Antonio López de Santa Anna contemporáneo, es decir, por (Carlos) Salinas de Gortari.

Santa Anna fue presidente 11 veces, en la última vendió medio México. Salinas de Gortari vendió todo el país, todo lo que quedaba, con el TLC y ahora ya regresó para decirnos que es él quien puede sacarnos de la crisis. Salinas de Gortari fue quien preparó la entrega del gobierno a los actuales conservadores. Ojala así como existen estos personajes, existiera un Juárez contemporáneo, expresó Tovar.

Para el escritor e investigador una alternativa es conocer nuestro pasado, sin embargo, dice, ya que se conozca lo suficiente, puede ser que encontremos la manera de salir en tangente de la repetición de esa historia.

Otro aspecto, a reserva de lo que se debe decir sobre la violencia del narcotráfico, es la violencia contra ese flagelo. Según Tovar, “el narco no buscó la guerra, hubo un chaparrito por ahí que se le ocurrió que con los soldados los iba a echar fácil. Las malas lenguas dicen por ahí, y yo les creo, que con eso se iba a monopolizar el tráfico de las drogas, es decir, se pensó: vamos a acabar con todos (los cárteles), menos con uno, y así se monopoliza el tráfico”.

Juan Tovar es autor de las obras de teatro La madrugada, Las adoraciones, El destierro, Manga de Clavo, Mi querida Lulú, Cura y locura, Los encuentros y Tierra de nadie, entre otras. Hace unos días fue estrenada la más reciente, Horas de gracia, en el teatro Julio Castillo, donde actualmente realiza temporada.

En la obra, apuntó el dramaturgo, “Iturbide es un militar hábil, ambicioso, calculador, que encuentra la coyuntura para hacer la Independencia y de ese modo llega a ser emperador. Sin embargo, ya como emperador no puede con el paquete (ni con el Congreso, por principio de cuentas) y su gobierno se desbarata antes del año.

“Sale al exilio, pero un año después regresa, para ser arrestado y fusilado.

“Iturbide tiene una breve aparición en mi primera obra sobre Santa Anna, Manga de Clavo, donde se canta su despedida y se embarca presintiendo que tendrá que volver a que lo sacrifiquen con todas las de la ley. Lógicamente, al pensar en escribir sobre él partí de ese retorno maléfico y fácilmente llegué al clásico esquema del ‘último sueño del condenado a muerte’.”

Napoleoncillo de petate

¿Por qué Santa Anna como interlocutor de Iturbide?, “porque es el futuro inmediato: otra versión de lo mismo. Napoleoncillo de petate, le decían; Iturbide sería de otro material, pero la même chose: he aquí, la revolución de Independencia produce dos Napoleones... y de los dos no se hace uno. Me gustó la idea de ponerlos a dialogar, y así se entramó la obra que ambos protagonizan.

“En cuanto a los figurantes, habrá una buena veintena. Asistimos a la conspiración de Querétaro, a una sesión del Congreso, a la intimidad de la familia imperial... incluso a la coronación del emperador, que el director José Caballero ha traído de Manga de Clavo. No es ésta la única aportación del director al libreto, que con justicia la puesta en escena podría llamarse ‘versión del director’. Tiene más escenas de las que escribí, más música y tiene a dos actores de distinta edad haciendo el personaje de Santa Anna.”

Horas de gracia, con la CNT, se escenifica desde el 31 de marzo y concluirá temporada el 18 de abril. Funciones: miércoles, jueves y viernes, a las 20 horas; sábados, a las 19, y domingos, a las 18 horas, en el teatro Julio Castillo del Centro Cultural del Bosque (Reforma y Campo Marte, atrás del Auditorio Nacional).