Madrid, 9 de abril. El encuentro entre Real Madrid y Barcelona paraliza al mundo. Se prevé que este sábado cerca de mil millones de espectadores de varios países seguirán el derbi español, que contiene todos los ingredientes para una audiencia récord, además de que podría decidir el futuro de la temporada, cerrada al máximo en la lucha punto por punto y cada gol entre merengues y culés.

En cines, televisión e Internet podrá seguirse el duelo entre algunos de los futbolistas más importantes del momento. Los boletos están agotados y en la reventa una entrada sobrepasa los 600 euros.

Cuando faltan ocho jornadas para el final de la liga Española, Barça y madridistas llegan a la cita en el Santiago Bernabeu igualados en la clasificación. Ambos suman 77 puntos, con sólo un gol de diferencia.

El cuadro blanco acumula 12 triunfos consecutivos y es el único que ganó todos los partidos de liga disputados en su estadio. Pero de nada le servirá eso si ganan los azulgranas, pues únicamente han perdido un juego de 30.

En otro plano están los jugadores. Se enfrentarán los argentinos (y amigos) Lionel Messi y Gonzalo Higuaín, quienes con 26 y 24 goles, respectivamente, pelean por el campeonato de goleo.

También estará el portugués Cristiano Ronaldo, por quien el Madrid pagó 94 millones de euros y aún no ha respondido a las expectativas y en la zaga habrá combate de despliegue físico con Dani Alves, Carles Puyol, Gerard Piqué, Sergio Ramos, Raúl Albiol... y por si algo faltara, duelo de arqueros entre Iker Casillas y Víctor Valdés.

Sólo dos grandes estrellas se perderán la cita. El Barcelona no podrá contar con el sueco Zlatan Ibrahimovic, por una lesión muscular, mientras el Real Madrid perdió a Kaká, quien se recupera de una pubalgia.

Además, éste podría ser el último clásico para dos referentes del Real Madrid, como Raúl y Guti, quienes emigrarían a Estados Unidos tras retirarse en septiembre.

Manuel Pellegrini, técnico de los merengues, mantuvo su polémica postura al comentar que se miden ante el que dicen que es uno de los mejores equipos del mundo. Y no escondió su receta: mantener un planteo “igual independientemente de quién juegue en el Barcelona. Iremos a buscar al rival desde el comienzo".

En Barcelona, el técnico culé Josep Guardiola aseguró que Messi no puede ganar solo el partido y prometió un equipo atrevido en campo ajeno.