Lista: en tiempo y en forma. La Sala de Conciertos Nezahualcóyotl reabre este sábado sus puertas con el mismo esplendor y magnificencia que el día de su inauguración, la noche del jueves 30 de diciembre de 1976.

De ello no tiene la menor duda Francisco de Pablo Galán, a quien de forma coincidente le correspondió participar en la construcción del inmueble y ahora, 33 años después, en las obras de mantenimiento mayor a las que fue sometido, las dos ocasiones en su calidad de titular de la Dirección de Obras y Conservación de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

Y si de algo tiene también certeza el especialista es que la actual intervención practicada al recinto, considerado la joya del Centro Cultural Universitario, en nada afectó las virtudes de su acústica, aspecto por el que expertos internacionales lo han ubicado entre las 70 salas de concierto más importantes del mundo.

Lo que se hizo a la sala fue un remozamiento mayor, pues en sus 33 años de existencia, lo único que se había hecho era darle mantenimiento correctivo, propio de todos los edificios; pero ahora se le dio uno a fondo, conservando la esencia y el proyecto original, asegura De Pablo en entrevista.

En ningún momento se modificó alguna de las especificaciones originales. Se conservó el diseño de las sillas, el acabado de los muros de madera, que están proyectados para que reflejen de determinada manera el sonido; los acrílicos del panel panóptico; la cámara acústica que está debajo del escenario. En una palabra, se conservó el diseño original; sólo se dio mantenimiento mayor, porque después de tantos años, todos los inmuebles lo requieren.

Ultiman detalles

Fueron tres meses y medio de trabajos ininterrumpidos en los que participaron expertos de la Dirección de Obras y Conservación, de la Coordinación de Difusión Cultural y del Centro de Ciencias Aplicadas y Desarrollo Tecnológico de la máxima casa de estudios.

Ellos estuvieron al frente de una cuadrilla de decenas y en ocasiones cientos de trabajadores para poder cumplir en tiempo y forma con el proyecto, cuyo presupuesto original de 33 millones 704 mil 475 pesos se vio incrementado a un monto que hasta la fecha todavía no es cuantificado por las autoridades universitarias, porque en el proceso debieron atenderse varios imprevistos, como tener que cambiar la totalidad de la duela del escenario, luego de que ésta presentaba ya desgaste severo y fisuras en diversos fragmentos.

A mediados de enero, en su edición del día 18 de ese mes, La Jornada dio testimonio de estos trabajos en la Sala de Conciertos Nezahualcóyotl.

Vista parcial de la Sala Nezahualcóyotl, durante el recorrido, ayer, de La JornadaFoto Carlos Cisneros

En aquel entonces, la responsable de los recintos culturales universitarios, Liliana Saldaña detalló que los trabajos, grosso modo, consistirían en una limpieza general del edificio, que incluiría lijado y barnizado de todas las maderas y pintura de las paredes, además de la renovación de sus 2 mil 300 butacas y la alfombra.

De igual manera, apuntó que se harían mejoras en baños (cambio de tubería y mobilario), camerinos, el cambio de piso en el vestíbulo, el lavado del concreto del exterior del edificio, además de que se adquirirían equipos de iluminación y de sonido, similares a los instalados en la sala de conciertos de la Filarmónica de Berlín.

A tres meses de aquella visita, La Jornada hizo ayer un recorrido por ese espacio universitario y constató que las obras están concluidas y de hecho la Orquesta Filarmónica de la UNAM (OFUNAM) y el tenor Ramón Vargas ensayaban dentro de la sala el programa de la gala de ópera con el que será reinaugurada hoy, a las 20 horas, como se informó en estas páginas en la edición de ayer.

Lo que sí resultaba inocultable ayer era el trajín que decenas de trabajadores mantenían aún sobre todo en los pasillos y el vestíbulo del inmueble, si bien eran labores de limpieza de pisos y ventanales, y conclusión de detalles, como ocultar el cableado y pulir la madera.

Son sólo detalles, naturales en obras de esta magnitud, los cuales quedarán listos en unas horas. Estamos orgullosos y satisfechos de poder decir que la sala se encuentra ya lista para ser utilizada, dijo este viernes Liliana Saldaña.

Un instrumento musical

Al igual que Francisco de Pablo, el investigador Felipe Orduña, especialista en acústica del Centro de Ciencias Aplicadas y Desarrollo Tecnológico de la UNAM, sostiene que, por su concepción, la Sala Nezahualcóyotl es un instrumento musical.

De allí que la preservación y el cuidado de su calidad acústica fuesen primordiales para el equipo que participó en esta obra de mantenimiento, según el estudioso, quien afirmó que ni el sonido ni la afinación de la sala fueron alterados con los trabajos.

Afirmó al respecto que se cumplieron todos los parámetros y especificaciones técnicos y en el uso de los materiales, todos equivalen a los originales. Incluso destacó que, conforme a una recomendación suya, se cambiaron todas las puertas de acceso a la sala para mantenerla aislada acústicamente del exterior.