o se sorprenda si encuentra en Chalma a Paquita la del Barrio en plan de penitente. Le sobran razones para andar en el famoso santuario expiando uno que otro desliz. El más reciente y visible: levantar falso testimonio y mentir. Y es que a la aguerrida cantante, la reina de las canciones que ponen al hombre en su lugar, se le ocurrió en un programa de televisión criticar la ley por la cual se  permite la adopción de niños por parte de matrimonios del mismo sexo. Al preguntársele a Paquita si prefería que un niño huérfano muriera en la calle o que recibiera amor y alimento de una pareja homosexual, dijo: No es de mi gusto que a una criatura la adopten ellos. Mejor que se muera ese niño y no esa vida para las criaturas.

No terminaba el programa y ya la protesta era general en México y otros países. Tanto de la comunidad gay como de quienes exigen respeto a las preferencias sexuales y luchan contra la discriminación. Seguramente no faltaron voces que respaldaran la afirmación de Paquita, pero no fue posible obtener la opinión de la diputada Marianita Gómez del Campo, la prima de la señora Calderón y vocera de quienes solamente admiten un solo tipo de familia: la que patrocina la Iglesia católica.

Al darse cuenta de los alcances de su dicho, la cantante se deshizo en disculpas por haber causado un severo daño a la comunidad gay. Alegó que sus declaraciones fueron en parte fruto de la pobre educación que tuvo al criarse en un pueblo en que, de manera regular y por costumbre, siempre han existido esta clase de prejuicios y que hasta sus hijos la criticaron por lo que dijo. La disculpa la amenizó con una deslucida presentación musical en Spartacus Disco, el más grande antro gay del país. En tanto, insistió en que no es partidaria de tales adopciones pues, debido a los prejuicios que existen, pues los niños podrán ser lastimados al ser discriminados por la comunidad.

No se sorprenda si del brazo de Paquita se azota en Chalma un sujeto menos conocido: Cristián Vargas, al que llaman el dipuhooligan, perteneciente a la bancada del PRI en la Asamblea de la ciudad de México. Tuvo sus cinco minutos de publicidad al asegurar que las parejas homosexuales pueden violar a los niños que adopten. Hasta los panistas rechazaron tal afirmación y el dipuhooligan tuvo que disculparse públicamente. Pero, igual que Paquita, insistió en que a tales parejas no se les debe permitir adoptar hijos. Dijo que basa su afirmación en pruebas científicas aportadas por el investigador Paul Cameron. Este cuenta con seguidores en la ultraderecha por atribuir a los homosexuales todo tipo de comportamientos irregulares y ser fuente de muchos males. Por sus afirmaciones homofóbicas y su falta de ética lo expulsaron de la Academia Americana de Psicología, en 1983.