Augusta, 8 de abril. Gran expectación causó Tiger Woods en su regreso a las competencias en el Masters de Augusta, donde finalizó empatado con otros cuatro rivales con la tercera mejor puntuación y una tarjeta de 68 golpes, cuatro bajo par, en el primer día de actividades.

Su compatriota estadunidense Fred Couples se ubicó como líder, con 66 impactos, seguido de cuatro participantes que hicieron un golpe más, entre los que destacan Phil Mickelson, campeón del certamen en 2004 y 2006.

El que defraudó fue el campeón defensor, el argentino Juan Cabrera, quien no pudo finalizar la ronda inicial como hubiera deseado, al ubicarse más abajo del lugar 35 de la clasificación, con 73 impactos, uno arriba de par.

El mejor golfista del mundo, pese a los cinco meses que se ausentó de las competencias, lució sereno y certero, al lograr menos de 70 golpes en la primera ronda por primera vez en su carrera en esta competencia, con 68 impactos, además de destacar con dos águilas en la misma serie, en los hoyos 8 y 15, algo que tampoco había hecho antes.

A Woods se le notó seguro en sus golpes, de tal forma que quien ha conseguido en cuatro oportunidades el trofeo de Augusta requirió sólo tres impactos para lograr su primer hoyo.

Tiger estuvo alejado de los torneos desde noviembre pasado, luego del escándalo por sus infidelidades. Este jueves volvió a participar en el tradicional Masters de Augusta, uno de los cuatro grandes en el calendario del golf.

La noche anterior, la compañía Nike lanzó un comercial para la televisión estadunidense en el que se escucha la voz de Earld Woods, padre del golfista, quien murió en 2006.

“Tiger, soy más propenso a ser inquisitivo, a promover el debate. Quiero saber qué estabas pensando, qué es lo que sientes... ¿Aprendiste algo?”, le pregunta su progenitor aparentemente desde el más allá, haciendo referencia a los problemas que lo obligaron a retirarse temporalmente.

El anuncio ha causado polémica, ya que hay quienes opinan que es incorrecto utilizar una grabación del difunto y mencionar los problemas personales del golfista, actualmente.