El proyecto para construir una extensión del Museo Tamayo Arte Contemporáneo en el municipio de Atizapán de Zaragoza, estado de México, está en espera de que el terreno donado se escriture a nombre del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA), expresa Julio Madrazo, presidente del patronato de ese recinto cultural.

Sobre la ampliación del museo ubicado en el bosque de Chapultepec, el entrevistado señala que una vez que el INBA haga la licitación vamos a saber exactamente cuánto cuesta, ya que los 45 millones de pesos dados a conocer el año pasado (La Jornada, 25/04/09) era un estimado.

Mientras tanto, el patronato del museo sigue adelante con su programa de enriquecer la colección del Tamayo, ya que por segundo año la aseguradora Axa aportó recursos para la compra de una obra en la feria de arte Zona Maco, que se efectuará del 14 al 18 de abril.

El comité de adquisiciones ya trabaja en revisar las obras que van a traer las galerías a la feria. Con los fondos de Axa y los del patronato compraremos una obra, adelanta Madrazo.

Los cambios de autoridades en los ámbitos federal y municipal han retrasado los proyectos del museo Tamayo. En julio de 2009 hubo elecciones en Atizapán de Zaragoza y el nuevo alcalde priísta, David Castañeda Delgado, tomó posesión hace unos meses.

Madrazo, quien se ha reunido ya con el secretario particular del presidente municipal, dice que estamos esperando que el cabildo termine los trámites de desincorporación para que la donación de los 10 mil metros se protocolice a nombre del INBA, y una vez que eso suceda podamos retomar el proyecto entre el patronato y Bellas Artes.

En abril del año pasado se dio a conocer el proyecto arquitectónico del nuevo espacio, que básicamente funcionaría como bodega, producto de una convocatoria pública emitida por el INBA, de la que resultó ganador el arquitecto Michel Rojkind, en colaboración con Bjarke Ingels.

“Este es un proyecto que impulsó Teresa Franco –titular del INBA hasta el 15 de abril de 2009–, pero lo hemos hablado con Teresa Vicencio (actual directora de Bellas Artes) y Consuelo Sáizar (presidenta del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes), quienes tienen conocimiento del caso. El siguiente paso sería que el ganador del concurso, Michel Rojkind, haga un proyecto ejecutivo, para después licitar la obra, pero el INBA no va a hacer ningún proyecto ejecutivo de un terreno que no es de su propiedad, y tiene toda la razón”, aclara Madrazo.

Respecto de los recursos requeridos para costear la ampliación, que serán absorbidos, en partes iguales, por el gobierno federal y el patronato, el consultor político dice que, en efecto, tenemos un fideicomiso y los compromisos de aportaciones, pero éstas se harán cuando el concurso esté en marcha. Es difícil pedir dinero a la gente para un proyecto en el aire, pero hay el compromiso de muchos patronos muy importantes de ayudar y donar la parte importante de fondos para la construcción.

Aunque en un principio se habló de terminar la ampliación en 2010, Madrazo reconoció que esto no es posible. Si todo va bien y el INBA hace el concurso, la obra podría empezar de inmediato, pero implicaría de 10 a 12 meses. Ojalá y podamos inaugurar el museo en marzo o abril de 2011.

Para el entrevistado, lo que hoy día se hace en el museo Tamayo es producto de una muy buena relación entre Consuelo Sáizar y el patronato, que hemos encontrado canales de comunicación y entendimiento clarísimos con ella. Coincidimos en muchas cosas alrededor de la relevancia del museo, del arte contemporáneo. Sin ella el proyecto no podría llegar a buen puerto.