Cartagena de Indias, 7 de abril. Ha llegado la hora de transformar la realidad latinoamericana a través de una verdadera visión de largo plazo. El primordial desafío, por encima de la coyuntura económica por la que atravesamos, es construir un desarrollo sostenido y sustentable. La generación de riqueza es la mejor vía para abatir los históricos rezagos de la pobreza y la marginación, precisó hoy Enrique Peña Nieto.

En el contexto de la reunión plenaria del Foro Económico Mundial Latinoamericano que se celebra aquí, el gobernador mexiquense advirtió que los latinoamericanos tenemos que ser sensatos con nosotros mismos y aprovechar la conmemoración del bicentenario del inicio de la Independencia de varios de nuestros países para revisar la historia y evitar incurrir en errores que tuvieron graves consecuencias en el pasado.

Ante jefes de Estado, ministros, especialistas y académicos de la región, y luego de hacer un balance del comportamiento reciente de las principales economías de América Latina, Peña Nieto precisó que no se ha avanzado lo suficiente en indicadores de desarrollo social. Es una realidad que compartimos y que estamos obligados a reconocer. Por ejemplo, en 20 años apenas hemos podido reducir 8 por ciento el número de familias de América Latina que viven en situación de pobreza, indicó.

En estas condiciones, agregó, es imperativo redireccionar los esfuerzos, no sólo de la iniciativa privada, sino también de los gobiernos. Hoy es urgente alentar un crecimiento económico sostenido a partir de cambios institucionales, pues, como lo han determinado expertos economistas, en el retraso de nuestra región subyace la histórica inestabilidad macroeconómica latinoamericana, expresada en la volatilidad del producto per cápita, altas inflaciones y crisis recurrentes.

En este marco, Peña Nieto explicó que entre otros aspectos fundamentales de la nueva visión del desarrollo, que indudablemente exigirá grandes esfuerzos en el presente para redituar dividendos en lo futuro, deben considerarse al menos los siguientes aspectos estructurales:

Revaloración de una moderna participación económica del Estado, fomentar mercados eficientes, simplificación para detonar negocios, desarrollo regional y una nueva revolución verde, educación actualizada y capacitación de vanguardia, acrecentar la cultura vinculada a la ciencia, la tecnología y la innovación; modernización fiscal, nuevos esquemas de seguridad social y ampliar el desarrollo de proyectos de infraestructura con impacto social.

En el estado de México, ejemplificó, hemos fomentado la participación del sector privado para que la prestación de servicios sea más eficiente y mantenga su carácter universal y gratuito, y así lograr un círculo virtuoso de reducción de pobreza, desarrollo económico regional y fortalecimiento de nuestro mercado interno.

El mandatario mexiquense indicó que los anteriores son puntos de una agenda de cambio estructural que apenas es enunciativa y no limitativa. En cada uno de ellas deben establecerse metas medibles y realizables, acordes a las necesidades específicas de cada país. Atenderlas con oportunidad y pertinencia significará mayores y mejores oportunidades para ésta y las próximas generaciones de latinoamericanos, precisó.

Más tarde el gobernador se reunió con José Miguel Insulza, secretario general de la Organización de Estados Americanos, y con Ricardo Martinelli, presidente de Panamá.

Al término de su participación en el foro, el gobernador viajó a Brasilia, donde tendrá una apretada agenda de actividades.