La paridad del peso frente al dólar se mantiene en niveles similares a los que tuvo en los días previos a la irrupción de la crisis financiera mundial a principios de octubre de 2008, pero ahora con un respaldo real y potencial de casi 160 mil millones de dólares, según informes de la Secretaría de Hacienda, el Banco de México y estimaciones del grupo financiero Banamex-Citigroup.

En ascenso constante como objetivo de política monetaria, 59.8 por ciento de ese respaldo al tipo de cambio corresponde a la reserva internacional de divisas del país, la cual se encuentra en un nivel récord de 95 mil 682 millones de dólares.

Además fue renovada la línea de crédito flexible por 48 mil millones de dólares con del Fondo Monetario Internacional (FMI). Se han obtenido 2 mil millones de dólares a través de las reaperturas de dos bonos globales, uno con vencimiento en 2020 y otro en 2040, más mil 700 millones de tres créditos facilitados por el Banco Mundial. Por si esto pareciera poco, los analistas de Banamex-Citigroup estiman que la aceptación de los bonos del gobierno mexicano en el Índice Mundial de Bonos de Gobierno (WGBI, por sus siglas en inglés) puede implicar el ingreso de 12 mil millones de dólares.

Ancla antinflacionaria

En las grandes operaciones interbancarias el dólar se vendió ayer a 12.2590 pesos, un tipo de cambio similar al de 12.2500 pesos registrado el 8 de octubre de 2008, dos días antes de que por primera vez el precio del dólar rebasara los 13 pesos afectado por los movimientos de capitales provocados, a su vez, por el derrumbe en los precios de las hipotecas de alto riesgo en los mercados financieros de Estados Unidos, Europa y Japón.

Ahora, en el ámbito de un proceso de recuperación de las economías, el precio del dólar lleva 66 días consecutivos abajo de los 13 pesos en el mercado local de cambios, lo cual parece confirmar que el objetivo de la política de cambios es mantener un dólar barato en el mercado, que funcione como ancla antinflacionaria a partir del abaratamiento de las importaciones por esta vía.

En los últimos 45 días el gobierno federal ha tomado al menos seis medidas que tienen como objetivo acrecentar la reserva de divisas del país y atraer capitales con base en la solidez de la paridad peso-dólar, según reportes del Banco de México, la Secretaría de Hacienda y de la Comisión de Cambios, en la que participan ambos.

El argumento fue dado el 22 de febrero pasado por la Comisión de Cambios, bajo la consideración de que la crisis financiera mundial puso de manifiesto la conveniencia de que nuestro país cuente con mayores reservas internacionales, ya que el nivel actual de las mismas (93 mil 750 millones de dólares) es comparativamente menor al que registran países con un perfil crediticio similar y con los cuales se compite en los mercados internacionales.

A partir de esa fecha empezó la subasta de opciones, la cual consiste en que mensualmente el banco central compre por subasta 600 millones de dólares a bancos y otros negocios financieros. El 4 de marzo el gobierno federal colocó mil millones de dólares en la reapertura de un bono global con vencimiento a 2020: el 10 de marzo solicitó la renovación de la línea de crédito flexible con el FMI por 48 mil millones de dólares, la cual fue aprobada por el directorio de ese organismo el 25 del mismo mes.

Hacienda informó al día siguiente, el 26 de marzo, que el Banco Mundial aprobó tres líneas de crédito para el país por un monto total de mil 700 millones de dólares.