Tal vez la disputa del título de la Liga de Campeones de Concacaf no tiene la misma importancia que pelear la final de un torneo, en este caso el Bicentenario, pero a Cruz Azul le brinda la oportunidad de quitarse esa mala costumbre de no haber podido ganar anteriormente, indicó el defensa Horacio Cervantes.

Luego de dejar nuevamente en el camino a Pumas, ahora en las semifinales de la justa regional, Cervantes dijo ayer que están plenamente convencidos de poder coronarse y pidió a los aficionados cementeros sentir esa buena vibra que estamos viviendo en el vestidor.

Sin embargo, reconoció que el 5-0 que le recetaron a los del Pedregal el pasado miércoles fue engañoso y los sorprendió, porque los auriazules hicieron un partido muy completo.

Señaló que en muchos lapsos del encuentro nos tuvieron encerrados en nuestra cancha; no teníamos posesión del balón, ni una salida limpia.

Fue la expulsión de Darío Verón la que les provocó un desorden, que se agravó con el poco tiempo que tenían, 15 o 20 minutos para meter tres goles. Se desbocaron al frente y Cruz Azul simplemente aprovechó las oportunidades para lograr un marcador de escándalo, explicó.

Las goleadas son circunstanciasles, subrayó, y estimó que lo importante es que la afición tuvo una buena impresión de nosotros.

El gol de Horacio (el 2-0) ayudó a que Pumas se abriera, y el zaguero dijo estar contento y que seguirá trabajando para responder a la confianza de sus compañeros y del técnico.

En la conferencia de prensa de ayer en las instalaciones de La Noria se le preguntó si gozaban por mantener la paternidad sobre Pumas, y sólo expuso que se disfruta el pase a la final; no se sienten más ni menos que otros.

Israel López aceptó que Gerardo Torrado es muy importante en este equipo, pero La Máquina no depende de un solo jugador. Es un plantel completo, con elementos de mucha capacidad y entre todos trataremos de hacer lo mejor posible para que no se resienta la ausencia del seleccionado.