El Consejo Nacional de Población (Conapo) informó que la esperanza de vida de los mexicanos es de 75.4 años (77.8 para mujeres y 73.1 para hombres). Según el organismo, este indicador significa que nuestro país ha generado las condiciones necesarias para lograr una mejoría notable en las condiciones de salud.

En 1970 la expectativa de vida era ligeramente superior a 60 años. Sin embargo, en zonas urbanas los riesgos están asociados con estrés y sedentarismo, aumento de los riesgos de violencia y mayor incidencia de enfermedades crónicas.

El Conapo precisó que algunos factores de riesgo son enfermedades transmisibles como tuberculosis y VIH-sida. Señaló que a consecuencia del fenómeno de envejecimiento demográfico la tasa de mortalidad ha aumentado ligeramente para ubicarse en cinco defunciones por cada mil habitantes en 2010, tendencia que se prevé continúe para alcanzar, en el año 2020, 5.6 por cada mil y un punto porcentual más al inicio de la década de los años 30.

Con ocasión del Día Internacional de la Salud, a celebrarse este miércoles, el Conapo dijo que las 32 entidades federativas cumplieron con la meta de tener una esperanza de vida superior a 70 años y para 2015 mayor a 75. Lo anterior, de acuerdo con los objetivos de Desarrollo del Milenio y de la Conferencia Internacional sobre Población y Desarrollo.

No obstante, admitió que México se halla en una fase avanzada de transición demográfica, que va acompañada de un cambio en el perfil epidemiológico caracterizado por padecimientos crónico-degenerativos como la diabetes y la hipertensión arterial. Empero, en ciertas regiones y grupos sociales persisten las enfermedades infectocontagiosas y muertes prematuras evitables.

La mortalidad infantil, reiteró, es uno de los principales indicadores que refleja las condiciones de vida de la población. A escala nacional, entre 1980 y 2005 este factor se redujo a 68 por ciento al pasar de 52.6 a 16.8 defunciones de menores de un año por cada mil nacidos vivos y actualmente se ubica en 14.2 decesos.

México se enfrenta a una situación demográfica en la que condiciones de vida que mermaban el desarrollo de la población desde mediados del siglo pasado han sido superadas en gran medida, pero existe dificultad para mejorar los niveles en estos indicadores al enfrentarnos a nuevos riesgos relacionados con el aumento de costos en el tratamiento de enfermedades crónico-degenerativas de una población adulta reciente, concluyó el Conapo.