Ante el pleno y sin que Acción Nacional (PAN) lo defendiera, los partidos Revolucionario Institucional (PRI) y de la Revolución Democrática (PRD) se lanzaron contra el titular de la Secretaría de Economía, Gerardo Ruiz Mateos, al que advirtieron que lo frenarán si comete nuevas torpezas y negocia un tratado de libre comercio con Brasil que lesione a los productores mexicanos.

En tribuna, el priísta Francisco Arroyo Vieyra aseveró que Ruiz Mateos es un gran traidor a los productores mexicanos. Sugirió que se le retire el pasaporte por antipatriota y antinacional. Resaltó que el funcionario es un hombre insulso e ignorante.

Arroyo Vieyra advirtió: si el secretario va a meter la pata otra vez en un tratado de libre comercio con Brasil, regalando un mercado que no le corresponde, no lo aprobaremos.

Se discutía en tribuna un punto de acuerdo para exhortar al Ejecutivo a que la negociación de un tratado de libre comercio con Brasil excluya a la industria del cuero y el calzado. Dicho punto era apoyado por todos los grupos parlamentarios, incluidos los panistas, que defendían a los industriales del zapato de Guanajuato.

El panista Ricardo Torres Origel pidió que se apoyara el punto de acuerdo, porque la industria del cuero y el calzado se encuentra en alta vulnerabilidad. Estamos hablando de la defensa de 90 mil empleos directos y 25 mil indirectos. Brasil no es hoy un competidor leal.

El también panista Luis Alberto Villarreal, al defender a los industriales del calzado guanajuatenses, dijo que los brasileños son más tramposos en el calzado que en el futbol. Esta aseveración provocó que la ex canciller Rosario Green lo reconviniera: no se puede llamar tramposo a un pueblo que es amigo del gobierno y del pueblo de México.

Villarreal explicó que Brasil pone barreras a la inversión y a la operación de negocios. La experiencia de los productores de calzado mexicano que han ido a exponer su producto a ferias de ese país demuestra que se han visto impedidos en la aduana. Ahí retuvieron la mercancía durante 30 días, hasta que concluyó la feria de calzado. Hubo negligencia y corrupción de la autoridad brasileña.

El perredista Jesús Garibay subió a la tribuna para señalar al panista que no se vale venir aquí a decir que los brasileños son mañosos, que hacen trampa hasta en el futbol. Es una desproporción venir a hablar mal del pueblo de Brasil, de su deporte y de su gobierno. La culpa no la tienen los brasileños si nosotros no tomamos medidas para proteger nuestra industria.

Pablo Gómez expuso en tribuna que en lugar de votar este punto de acuerdo es mejor adoptar otra estrategia. Por qué no vamos al análisis de fondo y capacitamos al Senado para que tenga elementos suficientes para dirigir desde aquí las negociaciones con Brasil y con cualquier otro país. Lo que hay que reconocer, dijo Gómez, es que Brasil, a diferencia de México, sí tiene una política industrial.

El punto de acuerdo fue aprobado por mayoría.

Otro tema que se discutió en la sesión y que también provocó debate y acusaciones a Ruiz Mateos fue la política de autorizar cupos de importación de azúcar. Al discutirse un punto de acuerdo por medio del cual el Senado exhortaba al secretario de Economía para posponer la importación de azúcar hasta después de la primera semana de abril. Los senadores de PRI, PAN, PRD y Convergencia pidieron que se explicara cuál es la situación de esa industria en el país.

César Leal, senador panista, solicitó que se preguntara al titular de Economía a quién se le pretende dar los permisos de importación. Porque tenemos entendido que en Veracruz se busca dárselos a un especulador. Ello no beneficia al consumidor.

Alberto Cárdenas Jiménez, ex secretario de Agricultura, detalló en tribuna que los cupos de importación se han asignado a empresas como Barry, Callebaut, 10 mil toneladas; Embotelladora de Colima, 10 mil toneladas; Azúcares Selectos de México, mil 600 toneladas; Compañía Topochico, 2 mil; Grupo Azucarero Zafra Sol, mil 950; Nacional de Alimentos y Helados, 20 mil; Bunches Comercial, 20 mil; Comercializadora de Productos Básicos de México, 20 mil; Julio Alfonso Morfín, 19 mil, entre otros.