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Una vía es legalizando los contratos por horas, que son violatorios de la Constitución

La reforma laboral panista termina con la estabilidad del empleo, advierte la ANAD
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Protesta que trabajadores de la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje realizaron el pasado 2 de febrero en la ciudad de México, en demanda de mejoras laboralesFoto Francisco Olvera
 
Periódico La Jornada
Lunes 5 de abril de 2010, p. 10

Después de estudiar las 130 páginas en que se expone la propuesta de reforma laboral del Partido Acción Nacional (PAN), el laboralista Manuel Fuentes Muñiz, presidente de la Asociación Nacional de Abogados Democráticos (ANAD), concluyó que el objetivo de esa iniciativa es terminar con la estabilidad del empleo, y una de las vías para lograrlo es legalizando el contrato por horas.

Ese tipo de contratos, tal como están diseñados en la propuesta panista, son violatorios de la Constitución, en su artículo 123 fracción 21, porque inhiben la responsabilidad patronal ante despidos y acabarían con los contratos de planta, expuso.

Fuentes Muñiz, quien encabeza una de las agrupaciones de abogados de corte progresista más representativas del país, sostuvo en un documento, respaldado por los integrantes de la ANAD, que dicha reforma, que busca modificar 419 artículos de la Ley Federal del Trabajo, traería más costos que beneficios a los trabajadores.

Entre las afectaciones podemos destacar que anularía responsabilidades por generación de antigüedad y se reducirían prestaciones, beneficios pensionarios en el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) y, en el caso de las mujeres, afectaría sus derechos, protegidos en el artículo 123 constitucional fracción quinta, destacó el especialista en derecho laboral.

La iniciativa del gobierno del presidente Felipe Calderón fue presentada en la Cámara de Diputados el pasado 18 de marzo, y entre sus principales propuestas destaca el pago por hora, la modificación de reglas sobre el derecho de huelga, plazos límite en el pago de salarios caídos, mayor transparencia y democracia sindical y regulación del esquema de subcontratación.

En su análisis, Fuentes Muñiz –quien ha sido asesor jurídico de diversos sindicatos mexicanos– señaló que en la actualidad la legislación en la materia contempla que los contratos deben ser de planta o fijos, y excepcionalmente por obra o tiempo determinado.

El abogado indicó que “la tesis central plasmada en la actual ley para la permanencia de un contrato laboral es la existencia de la materia de trabajo, independientemente de lo acordado por las partes.

“Ahora, con la propuesta panista, los contratos por horas se apoyarían únicamente en ‘la voluntad de las partes’, lo que en materia laboral es un acto simulado y no tiene relación en la existencia de la materia de trabajo.

“De esta forma, serían los ‘contratos de adhesión’ los que imperarían en perjuicio de los empleados, quienes no tendrían más remedio que admitirlos ante la condición de obtener un puesto.

“Ello puede traer como consecuencia en la vida diaria, por ejemplo, que a los trabajadores se les puedan imponer contratos por 80 horas totales y al término del periodo convenido cesaría toda responsabilidad del patrón. Ello se traduciría en que habría empleados que laborarían cuatro horas diarias, por ejemplo, durante cuatro semanas, y al computarse las 80 horas no podrían reclamar pago alguno por indemnización o derecho a reinstalarse cuando terminara el contrato ‘convenido’”, puntualizó.

En el mismo análisis, del que tiene copia La Jornada y será entregado a la Cámara de Diputados, la ANAD destaca que la propuesta pone un candado en el artículo 39 de la ley laboral, que legitima los contratos siempre que subsista la materia de trabajo. Ahora la prórroga de un contrato se podría dar únicamente por la duración del último contrato laboral.

Por ejemplo, si fue de 80 horas el contrato sólo podría renovarse previo juicio ante la Junta de Conciliación y Arbitraje después de cinco años sin pago de salarios caídos. Con ello desaparecerían, en los hechos, los contratos de planta, explicó Fuentes Muñiz.

De esta forma, la reforma “traería un cambio significativo en las relaciones de trabajo, ya que si ahora 80 por ciento de puestos creados en el sexenio calderonista son contratos temporales, ese porcentaje sería sustituido por los llamados ‘contratos por horas’ y al término de los mismos no habría responsabilidad alguna para los patrones”.