Despierta el Diablo, se duermen los Santos y reposa el Chicharito
avier Hernández quedó entre algodones con ligeras molestias en el muslo izquierdo. El atacante no recibió el alta médica en Chivas para actuar en el clásico frente al América y nadie quiso arriesgarlo.
Así, el publicitado partido, el derbi del balompié mexicano –que se convirtió en uno de los más caros por el elevado precio de los boletos–, fue algo así como dar gato por liebre debido a las ausencias de los arietes Salvador Cabañas y Chicharito.
Los equipos que arrancaron con pereza, como Toluca, empiezan a reaccionar rumbo a la recta final del torneo local, el cual, a partir de ahora, se jugará sin seleccionados. Guadalajara, Monterrey y Santos sienten ya el acoso en sus respectivos grupos, aunque Rayados y rojiblancos se construyeron un importante colchón que los tiene virtualmente clasificados a la liguilla.
Los de la Comarca Lagunera no pudieron superar el trauma sufrido por la goliza que les propinó Chivas y cayeron ante los impredecibles Jaguares. Los pupilos de Rubén Omar Romano recibieron en dos juegos casi una decena de goles y están a punto de perder el liderato del grupo tres. Los Guerreros traen la moral baja por la no convocatoria de Vuoso al Tri, el bajo perfil de Arce y la tardía naturalización del Hachita Ludueña.
Los Diablos Rojos, Morelia, Cruz Azul, Pumas, Pachuca, Querétaro, América y Atlas pisan zona de clasificación, pero deberán mejorar su rendimiento para ganar una de las restantes seis plazas. Guadalajara y el conjunto de la UNAM pueden ser los más afectados por haber aportado más jugadores a la selección mexicana. No obstante, son dos de los equipos que más presumen su trabajo en fuerzas básicas.
A Monterrey casi todo le sale bien y está prácticamente clasificado, aunque quedó fuera de la Copa Libertadores. El romance entre la directiva y el técnico Víctor Manuel Vucetich va viento en popa. Los regios pretenden alargar el contrato del llamado Rey Midas, cuyo plantel sumó 11 partidos sin derrota y tiene a sus aficionados soñando con emular a Pumas y convertirse en bicampeón. Ni siquiera el Vasco Aguirre los perturbó con algún llamado.
Santiago Martínez no es un simple directivo. El hijo de Salvador Martínez Garza hizo una importante inversión en la restructuración de Tigres que encabeza y por eso nadie pudo impedirle hacer volver al timón a Daniel Guzmán, pese al repudio de la afición y aprovechando que los siguientes partidos serán disputados fuera del bien llamado Volcán. Por lo pronto goleó a San Luis y eso apaciguará las aguas.
El timonel del Atlas, el argentino Carlos Ischia, estuvo lejos de ser un técnico conciliador y optó por separar a los mexicanos Miguel Zepeda, Mario Méndez, Mario Pérez y Omar Trujillo, quienes lo acusan de preferir a los foráneos y hacer grupo sólo con ellos. Independientemente de las fallas cometidas por estos jugadores, queda claro que Ischia no supo unir a su plantel.
La Concacaf estrenó oficinas en Miami y se hizo de los servicios de Enrique Borja. Chuck Blazer, secretario general del organismo regional, mostró ojo clínico al llamar al ex goleador de Pumas y del América que estaba desperdiciado en México. Borja despliega diplomacia, tiene experiencia como directivo y además colaboró en el comité organizador del Mundial Corea del Sur-Japón.
Tras limar asperezas con los federativos mexicanos, a quienes arrancaron la promesa de ir con equipos titulares a las competencias de la Concacaf, este órgano autorizó a México mantener su participación en la Copa Libertadores, y para asistir a la Copa América deberá hacerlo con un cuadro olímpico. Será un gran fogueo para no fracasar, como le ocurrió a Hugo Sánchez rumbo a Pekín 2008.
En la Liga de Campeones quedó de relieve el espíritu gitano de los clubes mexicanos, pues sólo en las grandes ocasiones se aplican y en este año mundialista dejaron en claro que México tiene el torneo más competitivo, como lo demuestra el hecho de que Pumas, Cruz Azul, Toluca o Pachuca irán al próximo Mundial de Clubes... Los bromistas dicen que La Máquina, que en 2001 fue finalista de la Copa Libertadores, va por el único subcampeonato que le falta.