Senadores de PRI, PRD y PT advirtieron que no permitirán que avance la nueva ofensiva privatizadora y desnacionalizadora del gobierno de Felipe Calderón hacia Petróleos Mexicanos (Pemex).

El senador priísta Carlos Jiménez Macías deploró que el director de Pemex, Juan José Suárez Coppel, considere que la principal empresa pública del país deba operar como los consorcios privados Televisa o Teléfonos de México (Telmex), y advirtió que el gobierno federal debe informar a la opinión pública qué es lo que ha negociado con Estados Unidos en materia de explotación de los yacimientos transfronterizos del Golfo de México.

Igualmente, los senadores petistas Alberto Anaya y Ricardo Monreal advirtieron que es lamentable que la secretaria de Energía, Georgina Kessel, pida ayuda a las trasnacionales para que vengan a rescatar a Pemex, ya que en realidad les quiere ceder la riqueza petrolera del país.

En el Senado se van a topar con una barrera infranqueable si pretenden privatizar el petróleo, ya que ello es lo que se esconde en ese planteamiento de equiparar a la empresa con Televisa o con Telmex, recalcó. Jiménez Macías dijo que no hay que olvidar que cuando se privatizó esta última ofrecieron que habría más competencia y tarifas bajas, pero lo que hemos visto es que sólo se ha logrado encarecer brutalmente los servicios telefónicos.

En el caso de Pemex, dijo, pondrían en riesgo la viabilidad del país, ya que la renta petrolera pasaría a manos de empresas extranjeras”.

Monreal, en tanto, hizo notar que luego de la batalla que el Movimiento Nacional en Defensa del Petróleo, que encabeza Andrés Manuel López Obrador, dio en 2008 para evitar que se aprobara la iniciativa privatizadora de Calderón, parecía que la intención de entregar los recursos energéticos a trasnacionales había quedado atrás, pero no fue así y habrá que iniciar nuevas movilizaciones y protestas.

El gobierno de Calderón, con retorcidas interpretaciones a las normas secundarias, intenta introducir de manera ilegal los contratos incentivados; es decir, el pago en especie y dejar manos libres a los contratistas en el control operativo de las áreas de exploración y explotación, recalcó el senador Anaya.

Al respecto, el perredista Graco Ramírez Garrido Abreu dijo que el modelo de contratos incentivados que Pemex pretende establecer no se contempla en la reforma energética, de la que quedó fuera toda modalidad de contratos de riesgo.

Jiménez Macías dijo que la fracción del PRI ha exigido que se respete la reforma petrolera aprobada hace dos años, ya que es grave que Calderón pase por encima de esa legislación. Agregó que es también reprobable que el gobierno federal no haya asumido una una posición clara respecto del anuncio del presidente de Estados Unidos, Barak Obama, de que se iniciará la exploración de los yacimientos del Golfo de México.

Sabemos que hay riesgo de que el petróleo mexicano sea extraído desde el lado estadunidense, en los yacimientos transfronterizos, pero Kessel sólo declara que están en pláticas con Estados Unidos sobre ese tema, pero no define cuál es la posición de México sobre la probable explotación conjunta, recalcó.