Mundo
Ver día anteriorJueves 1º de abril de 2010Ver día siguienteEdiciones anteriores
Servicio Sindicado RSS
Dixio

Reitera el Kremlin que los terroristas serán encontrados y eliminados

Dos atentados suicidas en la república de Daguestán provocan al menos 14 muertos

Reivindica el líder separatista checheno Doku Umarov bombazos del lunes en el Metro de Moscú

Foto
Familiares y amigos participan en Chekhov en el funeral del estudiante universitario Maxim Mareyev, muerto en el atentado al Metro de MoscúFoto Ap
Corresponsal
Periódico La Jornada
Jueves 1º de abril de 2010, p. 20

Moscú, 31 de marzo. Mientras entre los habitantes de esta capital, aún consternados por el baño de sangre ocurrido el pasado lunes en dos estaciones del Metro, crece el temor a nuevos atentados con bomba, alimentado por toda suerte de rumores desde el sector sensacionalista de la prensa local, el convulso Cáucaso del Norte –lejos de los reflectores mediáticos capitalinos– volvió a ser este miércoles escenario de dos ataques suicidas, esta vez en la república de Daguestán.

Los atentados de hoy en la localidad daguestana de Kizliar pueden ser obra del mismo grupo islamita radical que realizó los ataques del Metro de Moscú, como cree el Kremlin, o el enésimo testimonio de un irresuelto problema con raíces más hondas, como no quiere admitir el Kremlin.

Por ahora, lo único cierto es que esta mañana un hombre, vestido con uniforme policial, detonó el cinturón de explosivos que tenía adherido al cuerpo en el lugar donde, 35 minutos antes, otro hombre, al volante de un coche detenido para una revisión de rutina, hizo explotar una granada suicidándose y matando a dos policías y una mujer, transeúnte ocasional.

El segundo ataque suicida, efectuado en una zona acordonada que impedía el acceso de civiles, provocó la muerte de 11 personas, la mayoría de ellos policías y algunos médicos y miembros de los servicios de rescate, entre ellos el jefe de las fuerzas de seguridad de Kizliar, Vitali Vedernikov, además de 23 heridos.

El primer ministro Vladimir Putin, quien ayer afirmó que no descansará hasta sacar de las cloacas a los autores intelectuales de los atentados en el Metro moscovita, dio a entender hoy que los ataques en Kizliar podrían ser responsabilidad de un mismo grupo de bandidos, como denominan las autoridades locales a los islamitas radicales y separatistas.

Refuerzan las medidas de seguridad en el transporte

El presidente Dimitri Medvediev, formalmente jefe de Putin aunque en el tándem gobernante en Rusia no se sabe quién se subordina a quién, se pronunció en el mismo sentido al anunciar un reforzamiento de las medidas de seguridad en el transporte público y prometer un ejemplar castigo a los organizadores de los atentados en Moscú y Kizliar, quienes serán encontrados y eliminados.

Declaraciones de este tipo parecen destinadas a la población rusa, preocupada por su indefensión ante los ataques suicidas, pero minimizan la naturaleza del grave problema del Cáucaso del Norte, donde morir para los islamitas radicales no es un castigo, sino más bien una aspiración reservada para los elegidos.

Por lo pronto, Medvediev no reiteró su intención de restablecer la pena de muerte para los terroristas (levantando la moratoria que mantiene Rusia), hecha pública ayer antes de sopesar que es un despropósito condenar a morir a un eventual atacante suicida, aun si lograse sobrevivir el atentado.

Cuando Moscú no acaba de enterrar a sus muertos, es doblemente lamentable que una tragedia como la del lunes anterior se utilice, desde el anonimato y con torpeza, como parte de la lucha por el poder en el Kremlin. Sólo así se explica que, en el segmento ruso de Internet, se haya difundido hoy una grabación de audio, que se atribuye a una voz parecida a la de Doku Umarov.

En dicha grabación, el supuesto líder de los separatistas de Chechenia –tuteando a Putin, algo poco creíble en la idiosincrasia de los chechenos al hablar con un enemigo jurado–, acusa al primer ministro ruso de ser, junto con los servicios secretos bajo sus órdenes, el autor intelectual de los atentados del Metro de Moscú.

El pretendido Umarov sostiene que Putin habría ordenado los atentados para “provocar el pánico entre sus compatriotas, aumentar su índice de popularidad al prometer acabar con los ‘terroristas’ y así perpetuarse en el poder”.

Horas después, mediante un video difundido en la página web de los separatistas Kavkazcenter.com (también disponible en el enlace www.youtube.com/watch?v=Yu6oL0Hwirc), el verdadero Umarov reivindicó la autoría de los ataques del pasado lunes en el Metro de Moscú.