Gary Burton y el pianista comenzarán hoy una gira en el Teatro de la Ciudad
Cuando toco con Chick Corea es como si lo hiciera una sola persona
El vibráfono da al jazz una voz melódica característica; el instrumento me encantó porque no es popular, comenta
Juntos por casi 38 años, impartirán una clase magistral antes del concierto
Lunes 29 de marzo de 2010, p. a14
Más que leerse el pensamiento y construir un puente sonoro, porque en él han deambulado por más de 37 años –tiempo en el cual comenzaron a tocar juntos a dúo–, los virtuosos jazzistas estadunidenses Chick Corea (en el piano) y Gary Burton (en el vibráfono) han desarrollado, como asegura este último en entrevista con La Jornada, una habilidad peculiar tal como si una sola persona fuera la que estuviera tocando en el escenario. Es como la plática con una amigo íntimo
.
Burton y Corea editaron en 1972 Crystal Silence, más que una placa –que tres décadas después se reditó y ganó un premio Grammy–, un coito acústico entre dos instrumentos, que de alguna manera tienen cosas en común. Me refiero a que son de la misma familia, y desde la vista lucen muy parecidos y su aprendizaje es muy similar. La comunicación existe entre Chick y yo porque pensamos la música desde una misma perspectiva. Tenemos una comunicación especial
, asegura Burton, poseedor de varios premios Grammys, formador de generaciones de jazzistas y profesor por más de 30 años en el Instituto de Música de Berklee, en Boston.
Ahora, estos dos jazzistas de alto voltaje mostrarán esos puentes cuando presenten hoy en el Teatro de la Ciudad Una noche con Chick Corea y Gary Burton, concierto que se antoja tatuará a los gozosos de jazz contemporáneo. Antes, a las 13 horas, darán una clase magistral gratuita dirigida a estudiantes, músicos profesionales y quien esté interesado en los sonidos del jazz por medio del piano y del vibráfono (Los interesados en asistir pueden comunicarse al correo [email protected])
Burton y Corea recrearán por la noche los sonidos de Crystal Silence y Duet, entre otras delicias.
Estilo a cuatro manos
Como miembro del Getz Quartet, en el que coincidió con Chick Corea, Burton destacó con varios reconocimientos debido a su modo pianístico de tocar el vibráfono: a cuatro manos. Ésa es la única forma en que puedo externar lo que deseo; ésa fue mi aproximación.
Pero comenzó a aprender con el sonido de la marimba, en forma autodidacta. Burton relató: Mis padres me llevaron a iniciarme en lecciones de música con una profesora que me enseñó a tocar la marimba. Fue algo muy extraño porque vivíamos en un pueblo granjero de Indiana y era muy raro que existiera esa profesora, pero al final, tanto la marimba como el vibráfono se volvieron muy populares
, aseguró Burton, quien ha popularizado el instrumento. De hecho, su álbum Alone at Last, un concierto de vibráfono grabado en el Festival de Jazz de Montreal en 1971, fue reconocido con el premio Grammy como mejor actuación de jazz en solitario. “La primera vez tuve una marimba, muy pequeña, como para niño, aprendí una sencilla canción, Twinkle Twinkle Little Star. Dos años después obtuve mi primer vibráfono, que fue plataforma para extenderme”, recordó.
Gary Burton ha compartido el proscenio con pianistas como Makoto Ozone y Keith Jarrett, por mencionar algunos. Coincidió con Corea desde el grupo de Getz Quartet, en los años 60. Formó su propio cuarteto en 1967 y grabó tres álbumes para el sello RCA. Algunos de esos discos, como Duster y Lofty Fake Anagram, sitúan a Burton y su banda entre los impulsores del jazz fusión.
El Burton Quartet se amplió con la inclusión del talentoso Pat Metheny en la guitarra, y la banda comenzó a explorar un repertorio de composiciones modernas. Dio un giro hacia el inusual formato de dueto, grabando con el bajista Steve Swallow, el guitarrista Ralph Towner y Chick Corea, con quien cimentó una sólida y larga relación personal y profesional, recompensada con dos premios Grammys.
En 1990 volvió a formar pareja con Pat Metheny para Reunión. En 1997 editó Native Sense, nueva colaboración con Corea. En ese año grabó su segunda colección de música de tango, Astor Piazzolla Reunion, con la participación de los mejores músicos argentinos del género.
En 2002 editó un proyecto singular con Makoto Ozone, su pianista colaborador durante los pasados 20 años. En Virtuosi, la pareja exploró las posibilidades de temas clásicos, incluyendo piezas de Brahms, Scarlatti, Ravel, Barber y otros. En una iniciativa inusual, la Recording Academy postuló ese disco en la categoría de música clásica de los premios Grammys, auténtico honor para Burton.
Hoy día, Burton tiene otra banda Quartet Live, formada por otros dos compañeros de vida: Pat Metheny, Steve Swallow y el mexicano Antonio Sánchez, en la batería.
Me encanta tocar con músicos jóvenes. Aprendo mucho de ellos. Traen cosas como la exaltación, la energía; encuentro inspiración y me mantienen joven. Es un reto para mí. Por eso están siempre en mis giras. En el caso de Antonio, me encanta tocar con él, además de que me une amistad. Es uno de los bateristas más reconocidos en la escena. Hemos hecho ya algunas giras juntos y de verdad estoy muy orgulloso de tocar con él. Aunque te he decir que en los años 70 también toqué con otro gran jazzista de origen mexicano (de padres hondureños), Abraham Laboriel
, bajista de sesión reconocido en el mundo por tocar con Hanry Mancini y George Benson, entre otros.
La docencia, fundamental, dice
Burton es profesor emérito de Berklee. La docencia ha sido fundamental en su vida. Estoy interesado en la enseñanza porque de alguna manera quiero hacer las cosas que me hubiera gustado que hicieran conmigo. Piezas con las que me hubiera gustado aprender, así como cuestiones sobre improvisación.
–¿Cuál es la aportación del vibráfono a la jazz actual?
–Es un instrumento poco usual; sólo se escucha en el jazz, no en el rocanrol o en la música de academia. Todos los grandes vibrafonistas son jazzistas. Una de las razones por las que me encantó fue que no era popular. Trae al jazz una voz melódica característica. En mi caso, hay una conexión con guitarra y piano. Por eso, en mis bandas no faltan esos instrumentos.
–¿Qué opina de los premios?
–Tengo muchos porque son muchos los años de carrera. Mucho tiempo de trabajo, pero hay algo especial: ganar un Grammy da para que gente que no te conocía se inmiscuya con tu música. Desde que gané el primero, en 1972, me he sentido muy afortunado por ese hecho.
En México ofrecerá el primer concierto de la gira que realizará con Chick Corea. Hace 15 años toqué y estoy exaltado. Antes lo hice cuando era adolescente, con Stan Getz. Eso fue hace mucho, mucho tiempo.
Chick Corea y Gary Burton. Teatro de la Ciudad, 20:30 horas. Boletos al 5325-9000.