Atrae la PGR el caso de los jóvenes asesinados en Nuevo León
La Sedena aporta los elementos necesarios
para esclarecer el hecho
Viernes 26 de marzo de 2010, p. 10
Los estudiantes Jorge Antonio Mercado Alonso y Javier Francisco Arredondo Verdugo abandonaron la biblioteca del Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Monterrey (ITESM) a los 00:38 minutos del sábado 20 de marzo, y siete minutos más tarde fueron abatidos a balazos frente a la puerta de su escuela.
De acuerdo con fuentes militares, los muchachos fueron confundidos con sicarios debido a que momentos antes de que ellos salieran del campus del ITESM, los soldados habían sostenido un enfrentamiento con presuntos delincuentes que trataron de darse a la fuga y supuestamente se habrían internado en el Tecnológico.
El rector del ITESM, Rafael Rangel Sostmann, narró que dos días después del asesinato, cuando ya sabía que los dos jóvenes que habían muerto en los accesos del campus eran estudiantes de excelencia, fue a su oficina “para verificar minuto a minuto qué habían hecho (Jorge Antonio Mercado Alonso y Javier Francisco Arredondo Verdugo), de dónde venían, qué hicieron, quién los vio por última vez.
A las 22:30 horas del 19 de marzo, un profesor los vio por última vez y a las 00:38 del sábado 20 dejaron de escribir en su computadora en la biblioteca. A las 12:45 inició la balacera
, dijo Rangel Sostmann.
La noche del 19 de marzo, los soldados sostuvieron un enfrentamiento con sicarios, debido a que como había ocurrido desde dos días antes, grupos de delincuentes cerraron vialidades de la capital neoleonesa y ello desembocó en un choque armado.
Mientras, Mercado Alonso y Arredondo Verdugo estudiaban para los exámenes trimestrales en su especialidad, y estaban a las 00:38 en la biblioteca de su escuela porque en época de pruebas ésta da servicio de día y de noche.
A las 00:40 horas, la balacera se había desatado en el cruce de avenida Eugenio Garza Sada y Luis Elizondo. Los soldados seguían desde tres kilómetros atrás varias camionetas sospechosas: Yukon, Armada y una pick up. Desde las unidades los soldados fueron tiroteados y comenzó la persecución.
A las 00:45 horas, Mercado Alonso y Arredondo Verdugo ya habían abandonado la biblioteca y se dirigían a descansar a una de las casas de alojamiento para estudiantes. En ese momento, una camioneta militar chocó con la Yukon, que estaba blindada; los ocupantes de una de las camionetas subieron al puente de un paso a desnivel y desde ahí dispararon contra los militares.
Según las versiones recabadas, dos de los sicarios bajaron de la Yukon y se introdujeron al ITESM arrojando granadas. Supuestamente los militares abatieron a dos hombres que creyeron les habían disparado. Un día después se sabría que eran Jorge Antonio Mercado y Javier Francisco Arredondo.
En el lugar del tiroteo fueron decomisadas tres armas largas, 15 cargadores, teléfonos celulares, una tabla de tortura
, fornituras, libretas, esposas y otras pertenencias.
Una de las líneas de investigación es que los estudiantes fueron abatidos en medio del fuego cruzado, y que pudieron haber sido alcanzados por las balas de los sicarios.
Otra hipótesis, la que las autoridades de la Defensa Nacional consideran más viable, es que en medio de la refriega los soldados los confundieron con los sicarios y les dispararon.
La tercera es que los narcos usaron a los estudiantes para cubrirse y poder escapar de la zona.
Hasta el momento no hay avances en la indagatoria; ayer, la Procuraduría General de la República (PGR) confirmó que había atraído el caso porque las autoridades locales se declararon incompetentes, a pesar de que desde el pasado lunes comenzaron con sus propias líneas de investigación, a través de la delegación en Monterrey.
La Sedena informó ayer por la noche que, una vez que la PGR abrió la averiguación, aporta todos los elementos necesarios para lograr el pleno esclarecimiento de esos hechos
.
En un comunicado, la dependencia que encabeza el general Guillermo Galván Galván refrendó su compromiso con la sociedad mexicana
para contribuir al fortalecimiento del estado de derecho y para atender en todo momento las resoluciones de las autoridades competentes, en cumplimiento de la ley
.