Las dos Cámaras del Congreso de la Unión se autorizaron ayer un descanso de 11 días, aun cuando enfrentan una fuerte carga de trabajo y tienen pendiente el desahogo de temas tanto en el pleno como en comisiones.

En el Senado, donde está pendiente la discusión de la reforma política y la legislación en materia de seguridad nacional, que incluye establecer el plazo para que el Ejército regrese a los cuarteles y su nuevo reglamento interno, el megapuente de Semana Santa para los senadores comenzará después de la sesión de este jueves 25 y reanudarán trabajos hasta el próximo 6 de abril.

Al regresar del asueto quedarán sólo ocho sesiones para aprobar los pendientes, ya que el 30 de abril concluye el periodo ordinario y los temas que no logren consenso deberán esperar a septiembre, cuando empieza el segundo año de la actual legislatura.

Cada senador percibe cerca de 127 mil pesos mensuales, además de prestaciones y otros ingresos que dependen del número de comisiones en que participe. A ello se suman otros apoyos económicos, toda vez que los grupos parlamentarios disponen de más de 400 millones de pesos, que se reparten de forma discrecional entre ellos.

En la Cámara de Diputados, el pleno aprobó ayer cambiar para hoy la sesión del 30 de marzo, y el encargado de la mesa directiva, Francisco Ramírez Acuña, rechazó la propuesta hecha por el PRI en la Conferencia para la Dirección y Programación de los Trabajos Parlamentarios, de convocar a otra sesión el 7 de abril, para reponer los días perdidos.

El punto de acuerdo que dicha conferencia turnó ayer al pleno justifica la ausencia de 11 días con el argumento de que ante la dinámica y periodicidad con que se han realizado los trabajos del pleno, este órgano de gobierno observa que la programación de los temas legislativos se ha llevado a cabo en el marco de lo establecido al inicio del periodo de sesiones.