El ayuno de goles que vive desde que llegó al Cruz Azul no preocupa al argentino Christian Giménez, quien está tranquilo: No me desespero por hacer un tanto; (ante Tigres) el equipo ganó 4-0 y fui el hombre más feliz del mundo, aunque me gusta que mis centrodelanteros anoten.

Sin embargo, pese a recalcar que no le obsesiona marcar un tanto, el Chaco, quien fue goleador en Pachuca en el torneo Clausura 2009, con 13 dianas, confesó que hace tiempo sueña cómo festejaría un gol: Creo que voy a correr por todo el campo y abrazaré a todos mis compañeros, añadió entre risas el ex jugador del Boca Juniors.

Está satisfecho porque su rendimiento ha mejorado: En el partido del fin de semana volví a tener la dinámica que no tuve en los anteriores. Me sentí más suelto y voy rencontrando esos pequeños aspectos que me hacían falta. El gol después llegará. Hoy día no le faltan anotaciones al equipo y eso me deja mucho más tranquilo

Inclusive, aclaró: Si estoy para tirar enfrente del arco, lo voy a hacer, pero si veo a un compañero mejor ubicado no hay problema, le cederé el balón... No soy una persona obsesiva por el gol, y recordó que trabaja para abastecer a los centrodelanteros.

“No me importa marcar, sino que el equipo esté bien, es lo más importante. Vi que a la gente el fin de semana le gustó cómo jugó el equipo y eso es lo principal.

“Sé que tarde o temprano por ahí me llegará el gol, trato de buscarlo, pero no me desespero, aunque sería buenísimo. Sin embargo, para eso están Tito (Emanuel Villa) o Maxi (Biancucchi), que los metan ellos”, señaló.

Tras ocho meses sin ser llamado a la selección argentina, reconoció estar muy lejos de ella en este momento, pero siempre lucho y tengo la moral alta para pensar en la selección, no pierdo la esperanza.

Por último, el atacante Mario Ortiz deseó que haber llegado a semifinales de la Liga de Campeones de la Concacaf le sirva para ser más tomado en cuenta.