El retraso en la publicación de la norma 059, que establece el listado de especies en riesgo de extinción o bajo protección especial, concluido en 2006, es una de las fallas de la actual política en vida silvestre, así como la ausencia de medidas concretas para la recuperación de ellas, señaló María Elena Sánchez, experta de la organización Teyeliz. En relación con la evaluación que dio a conocer la Auditoría Superior de la Federación sobre la política de vida silvestre aplicada por la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), detalló que desde hace tiempo la Comisión Nacional de Areas Naturales Protegidas ha estado jugando a hacer los planes de manejo para las especies prioritarias, pero aún no acaban y sólo se ocupan en hacer reuniones. Explicó que únicamente se ha tratado de hacer algo con la vaquita marina, a la cual el año pasado se destinaron 160 de los 200 millones para todas las especies en peligro de extinción, y se usaron para comprar permisos de pesca, es decir, se tiró el dinero y no se ha logrado nada.