Martes 23 de marzo de 2010, p. 12
Ante la falta de una política pública de fomento al empleo se corre el riesgo de perder una o dos generaciones de jóvenes estudiantes porque no somos una nación económicamente fuerte ni sólida en sus instituciones, y sí con altos grados de pobreza
, advirtió Virgilio Bravo, director de la división de ciencias sociales y Humanidades del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey, campus estado de México. El especialista en políticas públicas expuso la educación es un agente de cambio que permite a las familias mejorar su calidad de vida, pero ante la crisis aumenta la deserción escolar. En otros casos los educandos reducen la calidad de su enseñanza porque se ven obligados a trabajar para contribuir en los ingresos familiares.