Almoloya de Alquisiras, Méx., 22 de marzo. La reunión que las autoridades mexicanas y estadunidenses de alto nivel sostendrán este martes es una oportunidad para replantear la estrategia de combate el crimen organizado, porque a la fecha, las acciones del gobierno federal en este rubro no han sido eficaces, consideró el gobernador del estado de México, Enrique Peña Nieto.

El mandatario mexiquense solicitó replantear el retiro de las fuerzas armadas de las tareas de seguridad pública, ya que lejos de obtener resultados, ha habido un desgaste del Ejército, una de las instituciones que cuentan con mayor respeto de la ciudadanía.

Entrevistado en esta localidad durante una gira de trabajo, sostuvo que la percepción que hay sobre lo que ocurre en este terreno (la inseguridad), no abona mucho a los logros que se han tenido en estos tiempos. Me parece que es necesario apuntalar, revisar, redefinir, reforzar la estrategia que en materia de seguridad se tiene para realmente actuar con mayor eficacia. No puede ser solamente en el uso de una fuerza pública y, sobre todo, con la presencia de las fuerzas armadas.

Afirmó que el Ejército Mexicano “no está diseñado para atender los temas de seguridad pública; sin embargo, en este caso particular, ante la urgente necesidad de emprender una acción de fortaleza del Estado, se recurrió a involucrarlo a las tareas de combate al crimen organizado.

Me parece que no puede quedar ahí la estrategia. Creo que ha sido corta esta definición y ahora se debe buscar que en el tiempo se sustituya la presencia del Ejército por fuerzas dedicadas precisamente al combate de estos grupos delincuenciales, que ahora estamos observando con mayor presencia y que, además, están generando violencia e intranquilidad entre la ciudadanía.

En tanto, los partidos de la Revolución Democrática (PRD) y Acción Nacional (PAN) deploraron las declaraciones hechas el domingo anterior por el secretario general de Gobierno mexiquense, Luis Miranda Nava, quien acusó a actores políticos de emprender una guerra sucia contra Enrique Peña Nieto y lo acusaron de pretender curarse en salud, por ser testigo del acuerdo entre el Revolucionario Institucional y el PAN, con el que se pretendió impedir alianzas entre partidos para las elecciones de 2011 en la entidad, que renovarán gubernatura, ayuntamientos y Congreso estatal.