Cancún, QR, 22 de marzo. Una vez que la 51 reunión de accionistas del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) aprobó aumentar en 70 mil millones de dólares el capital ordinario del organismo, la secretaria ejecutiva de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), Alicia Bárcena, disintió del tono optimista que ha caracterizado esta asamblea de ministros de Hacienda de la región.

La voz de la economista mexicana no sonó como un balazo en un concierto, pero fue firme, como la diplomacia: Hoy se marca en Cancún un momento histórico para el BID, donde se configura una importante recapitalización del banco. Los felicito. Pero les digo que esperábamos un poco más de sus deliberaciones, subrayó Bárcena ante la mirada de sorpresa de no pocos integrantes del presídium de la segunda sesión plenaria, realizada en la tarde.

Antes, Alicia Bárcena hizo un recuento breve de los efectos sociales de la crisis económica de 2009 en la región, el cual contrastó con el tono y el fondo de los planteamientos matutinos hechos por Luis Alberto Moreno, presidente del BID, y por el secretario de Hacienda de México, Ernesto Cordero, presidente de la 51 asamblea de gobernadores de este organismo.

Moreno dijo en la sesión inaugural de la mañana: Me complace destacar la iniciativa de aumento de capital del banco por 70 mil millones de dólares. No sólo sería el aumento más cuantioso en la historia de la institución, sino que nos permitiría afianzarnos como la primera fuente de recursos multilaterales en la región, al poder duplicar nuestra capacidad de crédito hasta 12 mil millones de dólares anuales, en promedio.

En la misma sesión Cordero Arroyo afirmó: Los acuerdos alcanzados en esta asamblea pondrán al banco a la altura de los retos que le aguardan. Aumentar en 70 mil millones de dólares la base de capital del banco nos permitirá fortalecer a la institución con más recursos e instrumentos para hacer frente a los desafíos de estabilidad y crecimiento futuros.

El presidente del BID, Luis Alberto Moreno, durante un descanso del encuentro que se celebra en CancúnFoto Reuters

El presidente del BID también se congratuló de que los socios coincidieron en condonar la deuda que Haití tiene con el banco, que asciende a 479 millones de dólares, así como darle a la hermana nación una ayuda que llegará a 2 mil millones de dólares a lo largo de los próximos años.

El diagnóstico en que apoyó Bárcena su disenso sostiene que, según estimaciones de la Cepal, la pobreza aumentó de 33 a 34.1 por ciento entre 2008 y 2009, mientras la pobreza extrema y la indigencia aumentaron 13.7 por ciento, lo que significa que 9 millones de personas cayeron en situación de pobreza en la región y 5 millones en pobreza extrema.

Si bien matizó que sin medidas firmes de protección social y de programas focalizados contra la pobreza el aumento de este problema hubiese sido mayor, la secretaria ejecutiva sostuvo que sin lugar a dudas la región necesitará recursos para salvaguardar los logros sociales conseguidos en los años anteriores a la crisis.

Sobre la situación de Haití evaluó: Los daños y pérdidas provenientes del terremoto exceden los 7 mil 800 millones de dólares. Esto equivale a 120 por ciento del producto interno bruto, es decir, al crecimiento acumulado de dos generaciones de haitianos y un retroceso social de 10 años, al tener hoy, de vuelta, niveles de 70 por ciento de la población en condiciones de pobreza extrema.

Se estima también, apuntó, que una reconstrucción con sostenibilidad social y ambiental requerirá alrededor de 11 mil 200 millones de dólares en el curso del próximo quinquenio para la isla. Es decir, cinco veces más de los recursos que el BID le va a aportar durante 10 años.

–¿A eso se refiere cuando plantea que esperaba un poco más de las deliberaciones de los socios del BID? –se le preguntó una vez que bajó del estrado.

Alicia Bárcena sólo sonrió.