Culiacán, Sin., 21 de marzo. Gobierno asesino, nos mataste a seis de nuestros compañeros, reclamó un grupo de afectados por la construcción de la presa Picachos al mandatario estatal, Jesús Aguilar Padilla, quien canceló su participación en un acto de la Asociación de Agricultores del Río de Culiacán (AARC), al cual acudieron para protestar por las muertes de comuneros ocurridas el sábado, en un tiroteo entre bandas de narcotraficantes en el municipio de Elota.

Comuneros que portaban un gran moño negro y veladoras marcharon desde el Congreso local, donde se mantienen en plantón desde hace nueve días, hasta el edificio sede de la AARC, donde se esperaba al gobernador para la toma de protesta de la nueva dirigencia del organismo, que encabeza Humberto Borbón.

Encabezados por Octavio Atilano Román Tirado y María Rosario Alapizco, más de 300 campesinos de seis pueblos desplazados por la construcción del embalse llegaron a la reunión de la AARC. Explicaron que sus compañeros quedaron atrapados en el fuego cruzado cuando regresaban a sus comunidades en el municipio de Mazatlán, luego de participar en el plantón en demanda de mejores indemnizaciones.

El ex presidente de la AARC, Manuel Tarriba, pidió a los manifestantes que se fueran. En respuesta, los agricultores entraron a la antesala del auditorio y ahí gritaron consignas contra el gobernador asesino.

Reclamaron a Jesús Aguilar: Tú los mataste, porque nos mantienes aquí y no has respetado los acuerdos para pagar lo que debes por las tierras. Momentos después, un grupo de policías antimotines llegó por la parte trasera del auditorio.

Rubén Rocha Moya, jefe de asesores del gobierno de Sinaloa, se entrevistó con los dirigentes del movimiento. Les solicitó prudencia y aseguró que el gobernador está revisando las propuestas que los comuneros le presentaron en la reunión más reciente para dar una respuesta a su demanda de pago por las tierras inundadas. Asimismo lamentó la muerte de los agricultores.

Octavio Atilano Román sostuvo que la muerte de los comuneros forma parte de una estrategia del gobierno estatal para lograr que los campesinos se atemoricen y se cansen de exigir que les paguen el patrimonio que perdieron por el embalse.

Añadió que en semanas recientes efectivos del Ejército Mexicano han saqueado viviendas de los poblados adonde se reubicó a los afectados por la presa Picachos, para amedrentar a las familias de quienes protestan en el Congreso de Sinaloa.