a agrupación de cultos aficionados denominada Bibliófilos Taurinos de México AC, que actualmente preside Eduardo Heftye, dio a conocer su acostumbrada lista de triunfadores de la monumental Plaza de Toros México, correspondiente a la temporada 2009-2010, recién concluida.

Anteponiendo a su acendrado hispanismo una sólida autoestima como aficionados a partir de sus amplias lecturas, en esta ocasión los bibliófilos tuvieron el tino de no irse con la finta de la habitual cuanto obligada maestría de los ases españoles y desestimaron sus caricaturescas hazañas ante disminuidos ejemplares de prestigiadas ganaderías, especializadas sobre todo en tergiversar conceptos fundamentales como bravura y trapío.

Ni el apurado trasteo de Enrique Ponce, sobrado de recursos más que de torería, a un pasador de San José en la corrida inaugural; ni los afanes de José Tomás frente a su descastado lote de Xajay; ni la bien intencionada faena del Juli a otro de los incontables mansos de Bernaldo de Quirós premiada con dos pueblerinas orejas por el juez Roberto Andrade en la decimotercera corrida, ni las florituras de Sebastián Castella frente a los novillones de Teófilo Gómez primero, y de Los Encinos después, merecieron, con toda razón, reconocimiento alguno de los bibliófilos.

Consideraron en cambio que el mejor ejemplar de los que salieron por toriles en 19 corridas fue Mezquitero, de Santa María de Xalpa, toro de regalo muy bien toreado por el hidrocálido Fabián Barba el 3 de enero de 2010. El reconocimiento al mejor encierro fue asimismo para Santa María de Xalpa, lidiado en la mencionada fecha.

Declararon desierta la mención para los mejores lances, pues está visto que la verónica sigue siendo la suerte de capa más difícil de interpretar, y premiaron como el mejor quite lasmachas gaoneras de Arturo Macías al toro Cuatro Caminos de Xajay, la tarde del 29 de noviembre de 2009, luego de que dicho astado lo arrollara en una chicuelina.

Igualmente los bibliófilos no encontraron méritos suficientes para premiar al mejor picador, quizá porque fueron contados los toros que acudieron al caballo de largo, humillaron y recargaron, en tanto que predominaron la mansedumbre y las malas artes para castigar a las reses, bombeando, barrenando o de plano tapándoles la salida.

Como mejor peón de brega fue reconocido Armando Ramírez, El Bam Bam, quien además se hizo acreedor al título de mejor banderillero subalterno. El mejor par de un matador fue para Uriel Moreno El Zapata por su imaginativo, luminoso y expuesto primer par al toro Berrinche de Rancho Seco, el 21 de febrero de 2010. Por cierto los publicronistas de la empresa se apresuraron a bautizar la original suerte como el par monumental, en honor de la desprestigiada plaza, pero menos triunfalista sería denominarlo el par de Zapata, centenarios al margen, en atención a lo aguerrido de este desperdiciado diestro.

Mejor faena la de Arturo Macías al toro Cuatro Caminos de Xajay, el 29 de noviembre de 2009, y mejor estocada la de José María Manzanares al toro Bolín de San José, el 24 de enero de 2010. Por último, los bibliófilos acertadamente declararon desierto el reconocimiento al triunfador de otra temporada en la que privaron la improvisación y el voluntarismo. No se pierda mañana los premios contrata-urinos en La Jornada.