Miguel Gallardo, número dos de México y 354 del mundo, no ve lejano el día de su retiro para dedicarse a la docencia en la escuela que estableció en su natal Ciudad Juárez.

Sin embargo, antes pretende cerrar esta campaña dentro de los 250 del orbe y se mantiene abierto a la posibilidad de alinear en el equipo Copa Davis, incluso desde la siguiente serie frente a Paraguay, pues lo considera un compromiso que demanda a los jugadores de mayor experiencia por lo combativo que ha mostrado ser ese rival ante su público.

Gallardo, de 28 años, ha sido profesional los recientes 11, y si bien no es fácil superar el nivel que lo llevaría a los grandes torneos, nunca falta en los draws de los futures, los más challengers posibles en busca de puntos, y otros certámenes de bolsa que le permiten sostenerse en el circuito, como el que esta semana juega en el Casino San Angel de esta ciudad.

Para ningún mexicano desde hace más de una década ha sido posible dar el gran salto en el ranking que muchos veinteañeros del mundo logran en estos tiempos.

“Es duro. Ser tenista aquí en México es complicado. Es difícil que lleguen los apoyos. La Federación respalda con lo que puede, con algunos boletos de avión, pero si tú quieres ser un top cien, pues es un todo contar con tu preparador físico, tu entrenador personal, no tener problema si quieres ir a jugar a Europa un mes y después a Sudamérica”, planteó el jugador.

Para el mexicano eso es muy complicado y no es culpa ni de la Federación; simplemente no hay una base que te pueda llevar a eso; cada quien lo hace con el recurso de sus papás, y mientras que eso no cambié, pues el tenis va a seguir sufriendo como hasta ahora.

Gallardo, quien ha representado de México en competencias de ciclo olímpico y Copa Davis, afirma que cuenta con cierto apoyo del gobierno de Chihuahua, lo que sumado a sus ganancias en los torneos le permite trazar un calendario que este año incluirá casi todos los certámenes del país, un par de challengers en Centro y Sudamérica y otros dos en Estados Unidos.

Yo juego más que nada porque me gusta. Ya no tengo mucho qué demostrar a nadie, he jugado muchos años Copa Davis, he ganado muchos puntos y representado a México en diversos torneos, con medallas y todo, dijo.

Respecto de la Copa Davis, Gallardo, quien no fue convocado a la reciente serie frente a Guatemala, afirmó que es comprensible que el capitán Jorge Lozano pretenda renovar al equipo, pero opinó que debe pensar en la exigencia de los compromisos futuros y olvidarse de las rencillas que ha tenido con el primer raqueta Santiago González y llamarlo, al igual que a él.