Los gremios de el Banco Nacional de Obras y Servicios Públicos (Banobras), del Banco Nacional de Servicios Financieros, de la Sociedad Hipotecaria Federal y del Bancomext, conformaron ayer la Federación de Sindicatos de la Banca de Desarrollo (Femexssefi), que en su sesión formal inicial anunció que su primer bandera será la de impedir cualquier fusión entre esas instituciones.

Esta nueva central de trabajadores está integada por sindicatos que abandonaron las filas de la Federación Nacional de Sindicatos Bancarios (Fenasib), ya que tuvieron diferencias con esa organización cuando se designó al sucesor de quien fuera por muchos años su dirigente, Enrique Aguilar Borrego, por lo que rompieron y decidieron crear una representación independiente.

Luego de aprobar los documentos normativos y el programa de trabajo de la nueva organización, los trabajadores eligieron a su nuevo comité ejecutivo que estará encabezado por el actual secretario general de Banobras, Luis Ángel Romo, quien señaló que una de las tareas fundamentales de esta federación será servir de interlocutora entre los sindicatos y las autoridades financieras del país.

El primer pronunciamiento de Femexssefi, que en principio cuenta con la membresía de más de 10 mil trabajadores, fue el rechazo tajante a cualquier iniciativa presentada o encubierta, en el sentido de fusionar el Bancomext con Nacional Financiera, ya que según esta organización se debe preservar la especialización de la banca de desarrollo, como contrapeso a un sistema financiero en el que predominan grandes corporativos internacionales.

En el acto, Romo Razo, cuya presidencia será de 2010 a 2013, dio a conocer que ya tienen programado llevar a cabo reuniones la próxima semana con las diferentes representaciones partidistas de la Cámara de Diputados, con la finalidad de sensibilizar a los legisladores respecto de que sería un error la fusión del Bancomext y Nafinsa, pues todas las instituciones de la banca de desarrollo tienen su razón de ser, que es valiosa su especialización y que una medida de esa naturaleza no sólo atenta contra el empleo, sino contra el sector productivo. México necesita instituciones de la banca de desarrollo, porque son las que regulan el mercado y las que entregan créditos a la industria para la exportación y el consumo interno.